Feminismo

Silvia Federici: "Hay una nueva caza de brujas global contra las mujeres"

La filósofa y activista italiana Silvia Federici (Parma, 1942) advierte, en una entrevista, de un aumento de la violencia machista en las calles y en los espacios privados.

Lescritora y activista feminista Silvia_Federici
Lescritora y activista feminista Silvia_Federici
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La filósofa y activista italiana Silvia Federici (Parma, 1942) sostiene que "hay una nueva caza de brujas global contra las mujeres" y advierte, en una entrevista con Efe, de un aumento de la violencia machista en las calles y en los espacios privados.

Federici, que viajó a Barcelona para participar como conferenciante en la Fira Literal de Barcelona, argumenta que el recrudecimiento de la violencia contra las mujeres se explica porque "hemos ganado fuerza -asegurad- y somos la cara visible de luchas muy diversas".

"Las mujeres son las líderes de movimientos en defensa de la naturaleza, en contra de la expropiación de la tierra... y los hombres ven amenazados el poder político y económico que han ostentado históricamente, se sienten desplazados", enfatiza.

Federici pone como ejemplo el intento de dotar de derecho legal a los fetos de las embarazadas en algunos estados de EE.UU. o acusar de "intento de homicidio" a las mujeres embarazadas que han sufrido un aborto al tener un accidente de coche o al ingerir algún medicamento.

Una de las obras teóricas más conocidas de Federici es 'Calibán y la bruja: mujeres, cuerpo y acumulación primitiva', un análisis histórico que estudia el asesinato masivo de parteras, mujeres de edad avanzada e inválidas acusadas de brujería en los siglos XVI y XVII en toda Europa.

En la obra, Federici explica que esta caza de brujas fue una herramienta del incipiente capitalismo para atemorizar a las mujeres, que gozaban de cierta libertad en el campo, y encerrarlas en sus casas para que se encargasen de la reproducción y el cuidado de sus familias.

Para Federici, que las mujeres se ocupasen de forma gratuita de la crianza fue esencial para que la revolución industrial prosperase, porque las fábricas necesitaban gran cantidad de mano de obra y de trabajadores, y por lo tanto, necesitaban que la natalidad aumentase.

"Que la reproducción y el trabajo del hogar y de los cuidados esté tan mal valorada y sea gratuita sigue beneficiando al mercado laboral, que se nutre de la mano de obra sin ningún coste", denuncia Federici.

De hecho, en los años 70, Federici participó en una campaña que abogaba por remunerar el trabajo del hogar y del cuidado de niños y ancianos, y que quería reivindicar la importancia de estas tareas dentro del sistema económico capitalista.

Federici lamenta que los movimientos feministas no hayan apoyado con más "ímpetu" la lucha para valorar y repensar el trabajo del hogar y los cuidados, y se haya centrado en alcanzar la igualdad laboral y en ocupar los puestos de trabajo que tradicionalmente ostentaban los hombres.

Así, defiende que el feminismo "ha perdido de vista que cambiar el papel que juega la reproducción en la sociedad es una lucha que es fundamental para la emancipación de la mujer".

Federici comprende que las mujeres hayan querido centrarse, en un principio, en ocupar los lugares de los hombres y en salir de las casas, donde tradicionalmente estaban confinadas, porque el trabajo del hogar está organizado "de tal forma que aísla a la mujer, es opresivo, monótono y poco creativo".

Pero, para la escritora, esta huida ha resultado ser una "trampa" porque, aunque las mujeres salgan de sus casas para ir a trabajar y gocen de esa libertad, después de su jornada laboral vuelven a casa, donde tienen que encargarse de las tareas del hogar y de los niños.

"Las mujeres tienen dos trabajos: uno que no está pagado y el otro que está mal pagado", subraya.

Por eso, Federici aboga por cambiar "radicalmente" el concepto de reproducción y crianza para que deje de ser una herramienta del sistema y de la "sumisión" de las mujeres y pueda ser un "aliento de cambios".

"Hemos perdido el sentido de lo que significa la reproducción; tener hijos e hijas implica que estás creando algo nuevo; es una oportunidad de construir una sociedad nueva a través de la educación, y puede estar llena de creación y de arte", concluye.

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