Acompañar a los niños en el uso de las tecnologías: la experiencia vital es tan importante en la red como en la vida. Es mejor escucharles y hablar que prohibirles. La tecnología está ahí y va a formar parte de su vida. .

    Ayudar a gestionar el tiempo de uso de las tecnologías. Es muy fácil abusar de la tecnología y lo mismo que tenemos que aprender a gestionar el tiempo de juegos, tareas, etc., tenemos que aprender a usar con sentido común el móvil, la consola o el ordenador en los tiempos adecuados. 

    Recordad que los niños tienen derecho a su privacidad, evitemos compartir de manera indiscriminada y sin ningún filtro fotografías de los menores que comprometan su seguridad e intimidad. Un buen ejercicio sería compartir con ellos nuestras experiencias en la red para que se acostumbren a hablar con naturalidad de los problemas que se encuentren. 

    Ayudarles a configurar las opciones de privacidad. Todas las aplicaciones de redes sociales las tienen y merece la pena emplear tiempo en descubrir cómo configurar las herramientas para que la información sea todo lo privada que se desee.
 

    Apoyarse en la información online que facilitan organizaciones especialistas:Instituto de Ciberseguridad de España (https://www.is4k.es) o Dialogando (https://dialogando.com.es), que ofrecen artículos, vídeos y otros recursos para aprender de manera muy fácil.
 

    Evitar prohibir y, en su lugar, tratar de llegar a acuerdos con los hijos sobre cuándo, dónde, por cuánto tiempo y para qué se usan los distintos dispositivos y hacer tratos sobre qué pasa si no se respetan los acuerdos.  

    Recordar que en las redes sociales nos relacionamos con personas y nos tratamos con respeto: pensar en si lo que se dice puede herir, ponerse en el lugar del otro, reflexionar sobre lo que ven (que también puede haber gente que busque un beneficio). El sentido común es nuestro principal aliado. 
 

    Observar el comportamiento y estar atentos a los cambios que pueden indicar algún problema o un uso excesivo de Internet: la irritabilidad, el aislamiento, el cambio de rutinas.
 

    Enseñarles a respetarse a sí mismos: es importante que tengan una identidad digital saludable. A veces, los padres son los primeros que publican la vida de los niños en Internet.
 

    Transmitirles apoyo para que pidan ayuda en cuanto encuentren una situación en la que estén incómodos: puede haber situaciones que les avergüencen y sean solo el principio de algo más, pero siempre se puede parar.