EDUCACIÓN
Cómo educar en casa para prevenir la violencia de género
La educación se revela como una potente estrategia de prevención contra la violencia de género, también en el hogar y en familia.
La familia es una poderosa herramienta para prevenir y combatir la violencia de género, sobre todo, a la hora de desmontar roles y estereotipos sexistas y de implicar a los hijos en las tareas del hogar o en la toma de decisiones, siempre, en un plano de igualdad.
ALGUNOS CONSEJOS PARA PREVENIR LA VIOLENCIA DE GÉNERO
Los padres siempre deben dar ejemplo a sus hijos.
Hay que Implicar a los niños y niñas en las tareas del hogar.
No debemos nunca disculpar o pasar por alto los comentarios, bromas, sarcasmos, anécdotas o chascarrillos de corte machista.
Es muy importante implicarse con otras familias a través de las Ampas de los colegios.
Hablar y debatir sobre estos y otros temas con los hijos.
Responder siempre a todas sus dudas.
Aceptar los conflictos como una característica más de las relaciones familiares y como una oportunidad para crecer.
Estar muy atentos a la influencia de los medios de comunicación, de internet y de los videojuegos.
Y, por supuesto, observar, escuchar y desmontar prejuicios, siempre.
ALGUNAS ACTITUDES EDUCATIVAS ERRÓNEAS DE LOS PADRES
Adultismo: en estos casos, los padres creen en la madurez de sus hijos para asumir decisiones y poder resolver conflictos de forma prematura y sin el respaldo del adulto.
Infantilismo: perciben a sus hijos como seres inmaduros, privándolos de la posibilidad de lograr su autonomía.
Superprotección: puede ser rígida y sofocante o benevolente; provoca en los
hijos inseguridad e inferioridad, aislamiento del grupo, además de una escasa iniciativa y responsabilidad para la toma de decisiones.
Rigidez y dominio: los padres rígidos y dominantes no permiten que sus hijos
se manifiesten tal como son, impidiéndoles el crecimiento personal.
FACTORES QUE INCREMENTAN LA VIOLENCIA DE GÉNERO
Definición de roles y estereotipos sexuales para mujeres y hombres en la familia.
Creencia en la superioridad de hombres sobre mujeres.
Noción de la familia bajo el control masculino.
Aceptación de la violencia para resolver conflictos.
Dependencia económica de las mujeres.