Choupette, la gata (y heredera) del 'kaiser' de la moda
El propio Karl Lagerfeld confesó hace unos meses que su mascota recibiría parte de su millonaria herencia.
La moda es caprichosa y voluble, pero nos divierte y nos hace soñar. Quizá por eso, permitimos caprichos a sus protagonistas que en otros ambientes resultarían extraños. Que se lo digan a Karl Lagerfeld, el diseñador fallecido este martes a los 85 años, que logró convertir a su gata en una auténtica estrella mediática.
Choupette, una gata de raza birmana, pelo blanco y ojos azules, ha aparecido en decenas de fotografías de moda, tiene su propia cuenta de Instagram y hasta un libro propio, 'Choupette: la vida privada de una gata de la moda de altos vuelos'. Y no solo eso, sus contratos publicitarios le suponen ingresos de más de dos millones de euros al año.
Ese dinero, según Lagerfeld, estaba destinado al cuidado de la gatita. "Choupette es una chica rica, tiene su propia fortuna. Si me pasará algo la persona que cuidará de ella no estará precisamente en la miseria", declaraba hace años el diseñador.
El patrimonio de la minina, además, podría aumentar. A falta de conocer el testamento de su dueño, cabe suponer que Choupette será una de las beneficiarias de los millonarios emolumentos acumulados por Lagerfeld en estos años. El propio diseñador confesó en varias ocasiones que la gata era una de sus herederas. "Que nadie se preocupen, hay dinero para todos", bromeó el año pasado en una entrevista con la revista francesa 'Número'.
La gata, que cumplió siete años el pasado mes de agosto, llegó a Lagerfeld a través de un conocido. "Choupette era de un amigo -Baptiste Giabiconi- que me pidió que cuidara de ella mientras él se encontraba de viaje. Pero cuando regresó, le dije: 'Lo siento, Choupette es mía' y se convirtió en la gata más famosa y rica del mundo", explicó el propio diseñador.
#TFW the long weekend is over. #comeback #longing
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Además de las fotos de Choupette en su cuenta de Instagram, Lagerfeld solía compartir muchas imágenes del animal, que le acompañaba en su oficina, en sus desfiles y en sus viajes -siempre en avión privado- por todo el mundo. Ahora habrá qué saber cuánto dinero ha heredado la gatita... y quién será el afortunado encargado de gestionarlo.
