Angustiado y corriendo desesperado por el andén de una estación de tren en Cleveland. Así captaron las cámaras de seguridad a un hombre el pasado 12 de enero que intentaba inútilmente detener un convoy que arrancaba justo delante de sus narices. El motivo era más que justificado.  Minutos antes se había bajado del citado tren para fumar un cigarrillo tras dejar a su bebé en uno de los vagones.

En las imágenes difundidas desde dentro del convoy se ve cómo el padre llega portando a su hijo en una sillita, que deposita en uno de los asientos del tren. Lo hace justo al lado de otro hombre, que hasta este momento era el único ocupante del vagón. Después se encamina hacia la puerta y sale al andén, confiado en que todavía tiene unos minutos hasta que el tren emprenda la marcha. Sin embargo, en ese momento, las puertas de los vagones se cierran y enseguida el ferrocarril comienza a moverse, ante la desesperada mirada del padre, que intenta que se detenga.

Al parecer, según informan varios medios estadounidenses,  la historia terminó con un final feliz pocos minutos después. Ya que, alertados por el hombre que compartía el vagón con el niño y otras personas que estaban en la estación, el personal ferroviario hizo regresar al tren propiciando el reencuentro entre padre e hijo.

Pese al susto inicial, el progenitor del pequeño no será acusado por negligencia por estos hechos, según han anunciado las autoridades del estado norteamericano de Ohio. Aunque se analizará si el conductor del convoy actuó correctamente antes de arrancar el tren sin hacer las comprobaciones pertinentes.