Javier Esteban Ríos: "Los jueces son la garantía última de que las leyes se cumplen"

Javier Esteban Ríos (Zaragoza, 1991) es primer premio nacional fin de carrera de Derecho y segundo en Administración y Dirección de Empresas.

Javier Esteban. Detrás, la Facultad de Derecho de Zaragoza.
Javier Esteban. Detrás, la Facultad de Derecho de Zaragoza.
Raquel Labodía

Javier Esteban Ríos acaba de lograr el premio nacional fin de carrera de Derecho. También, el segundo puesto por la Licenciatura en Administración y Dirección de Empresas (ADE).

¿Estamos ante un hombre de leyes o un hombre de ley?

Estudié y estudio leyes. Y también procuro ser hombre de ley.

Parece legal usted, sí…

La ley existe para pautar, para decidir a efectos prácticos. Detrás de la ley está la justicia.

El concepto de justicia…

Es cierto que cada uno tenemos un concepto de justicia. Pero es necesaria, imprescindible. Eso sí, que algo sea legal no implica que necesariamente sea justo.

¿A usted le gusta más quien está dentro de la ley o quien se halla dentro de la ética?

Dentro de las dos.

La cuestión era disyuntiva…

Las dos, las dos. Dentro de la ley tenemos que estar todos. Si no, no podríamos convivir. Con la ley hay que cumplir. La ética es un imperativo personal.

¿Cuenta con antecedentes familiares en el Derecho?

Mi madre es maestra, y mi padre, ingeniero agrónomo. Por tanto, no tengo antecedentes familiares cercanos al Derecho. Además, quería estudiar Historia. Al final, estudié Derecho y Administración y Dirección de Empresas (ADE). Y parece que la cosa no ha ido del todo mal: he ganado el premio nacional de Derecho, y segundo en el de ADE.

Estarán contentos en casa…

Sí. La que más, mi abuela Isabel.

Y ahora, ¿qué va a hacer?

Empecé ejerciendo la abogacía en Garrigues-Walker, pero ahora estoy muy ilusionado en otra etapa de mi carrera, en la Universidad de Zaragoza, centrado en la tesis doctoral. Además, acabo de regresar de una estancia en la Universidad Bocconi de Milán.

La zaragozana Carlota Alonso acaba de ser la número uno en la promoción de jueces. ¿También va usted para juez?

No. Hasta ahora me he centrado en el Derecho Administrativo. Mi futuro lo veo en la universidad.

¿Las malas leyes significan lapeor tiranía?

(Silencio explícito). Las peores leyes son las que no se cumplen. No hay nada peor que la impunidad.

¿Un buen abogado deber ser un buen vendedor?

Como en cualquier actividad, quien no transmite confianza, no tiene credibilidad. Su argumentación nunca tendrá peso.

Si argumentas bien, ¿nunca estarás equivocado?

Eso es un falacia. El Derecho no es solo blanco o solo negro.

¿Los pintores y los abogados son los únicos que pueden cambiar del blanco al negro?

Pintores, abogados… También hay políticos capaces de pasar de un espectro cromático a otro.

¿La muerte no es el final, sino el litigio por la herencia?

No soy experto en Derecho Civil, en sucesiones. Lo mío es el Derecho Administrativo.

Si la leyes pudieran hablar, ¿pondrían verdes a los abogados?

Quizá también a algún legislador.

Ante el inminente inicio del juicio a los políticos presos catalanes, ¿qué opinión le merece la labor desarrollada por el juez Pablo Llarena?

Me parece un juez sometido a una presión enorme, tanto en su labor profesional como en su vida personal. El desempeño de los jueces debería ser totalmente libre, puesto que son la garantía última de que las leyes se cumplen.

¿Qué piensa de los juicios argumentados por algunos tertulianos televisivos relativos a asuntos legales?

¿Ha dicho juicios argumentados relativos a asuntos legales…?

Sí. Es algo tremendo: igual enjuician un crimen que una receta de cocina o el más sucio trapo de tonadillera…

Ciertamente, hay tertulianos que son ‘todólogos’. Además, hablan con un aplomo extraordinario. El aplomo es parte de su éxito: puedes soltar una barbaridad absoluta, pero, si la dices con seguridad, incluso suena verosímil. ¡Ay de quien caiga en sus manos…!

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