Hay un medicamento que cura el mal de amores y está en tu botiquín

Algunas investigaciones apuntan a que hay personas que incluso pueden llegar a desarrollar un mono por su ex parecido al síndrome de abstinencia que sufren los drogodependientes.

Cuando una pareja dice adiós, con ella también se van las denominadas hormonas del amor.
Cuando una pareja dice adiós, con ella también se van las denominadas hormonas del amor.
Pixabay

Quien ha sufrido alguna vez un desengaño amoroso sabe que el dolor que produce un corazón roto trasciende lo meramente metafórico. Se trata de una respuesta física al estado emocional, cuyos síntomas, además de la tristeza y la apatía, provocan malestar generalizado a nivel corporal. Y es que cuando una pareja dice adiós, con ella también se van las denominadas hormonas del amor, como la oxitocina, la adrenalina, la dopamina, la serotonina y la vasopresina. Y es que, como apuntan algunas investigaciones, hay personas que incluso pueden llegar a desarrollar un mono por su ex parecido al síndrome de abstinencia que sufren los drogodependientes. Además, una investigación publicada por la revista 'Proceedings of the National Academy of Sciences' (PNAS) sugiere que una ruptura sentimental activa en el cerebro las mismas áreas que, por ejemplo, una taza de café caliente al derramarse sobre el cuerpo.

La respuesta está en el paracetamol

Según otro estudio realizado por el psicólogo de la Universidad de Kentucky (Estados Unidos), Nathan deWall, y titulado 'El acetaminofén reduce el dolor social: evidencia neuronal y de comportamiento', esta repercusión del malestar emocional en la salud, se debe a que "estos dos tipos de dolor, físico y social, dependen, en algunos casos, de los mismos mecanismos neuronales y de comportamiento". Por eso, "en la medida en que estos procesos de dolor se superponen, el paracetamol, un supresor físico del dolor que actúa a través de mecanismos neuronales centrales, en lugar de periféricos, también puede reducir las respuestas neuronales y de comportamiento al rechazo social", argumenta la investigación.

Pero, a pesar de que este medicamento es uno de los más comunes en los botiquines, como sentencia la descripción de la investigación, "el dolor, ya sea por lesión física o rechazo social, es una parte inevitable de la vida".

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