Echarle la culpa al becario: ¿dónde están los límites de la publicidad?

Cada vez con más frecuencia, las empresas llevan sus propuestas al límite de la ética o la legalidad para obtener mayor repercusión frente a sus competidores.

¿Qué cara hubieses puesto tú?
¿Qué cara hubieses puesto tú?
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La enorme competitividad dentro del amplio mercado empresarial hace que las compañías estén dispuestas a casi todo para alcanzar mayor presencia entre el público frente a sus adversarios. Campañas sustentadas en el alambre de la legalidad o amparadas bajo una dudosa ética moral son solo dos de las muchas trampas que cada día podemos encontrar en internet.

Una de estas últimas prácticas ha tenido a Mielectro como protagonista. Calificándolo en un primer instante como un "error humano", la empresa se disculpó esta semana por, presuntamente, publicar antes de tiempo los precios previstos para el próximo ‘Black Friday’, que se celebrará el 23 de noviembre.

"Tras los sucesos acontecidos el lunes 5 de noviembre en la sede central de www.mielectro.es, la organización comunica que dejará publicados los precios previstos para Black Friday hasta el 11 de noviembre a las 23:59 en una selección de artículos", explicó la entidad.

Según la versión de la empresa, uno de sus trabajadores habría publicado por error el contenido completo con los descuentos "de forma repentina y sin darse cuenta". Y todas las miradas apuntaban a un joven becario que se encontraba en el último día de sus prácticas.

"En www.mielectro.es confiamos en cada uno de nuestros trabajadores. Al fin y al cabo, todos hemos sido becarios alguna vez", defendieron desde la entidad.

Sin embargo, como es lógico, detrás de esta disparatada historia no había ningún error humano. Todo se debió a una original y recurrente campaña publicitaria que ha elevado la notoriedad de Mielectro entre sus principales competidores.

¿Cómo detectar una campaña falsa?

Antes de aceptar cualquier oferta publicitaria que parezca hecha a medida para nosotros, conviene detenernos un instante, comprobar su verdadero origen y seguir algunos consejos.

Por ejemplo, duda de las campañas milagro. Dietas que adelgazas en un tiempo récord, productos muy por debajo de su precio original... Comprueba dónde puede estar la trampa, una vez que aceptes tal vez ya no exista la opción de retroceder.

Revisa la opción de términos y condiciones. Ahí deberán estar incluidos todos los posibles efectos legales que puedan derivar de aceptar una oferta.

Por último, recuerda que, de acuerdo con la Ley Federal de Protección al Consumidor (Profeco), la publicidad es considerada engañosa o abusiva cuando muestra información verdadera pero se promueve de forma exagerada.

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