Tercer Milenio

En colaboración con ITA

"Queremos que los políticos se basen en la información científica para legislar"

Científicos y políticos se reúnen hoy y mañana en las Jornadas Ciencia en el Parlamento, que tienen lugar en el Congreso de los Diputados. Esta iniciativa pretende acercar el conocimiento científico a la gestión pública. Uno de sus impulsores participó en Zaragoza en las jornadas D+i.

Eduardo Oliver, miembro del grupo coordinador de Ciencia en el Parlamento
Eduardo Oliver, miembro del grupo coordinador de Ciencia en el Parlamento
Guillermo Mestre

De cerca
Investigador en el Centro Nacional de Investigaciones Cardiovasculares. Forma parte del grupo coordinador de Ciencia en el Parlamento. Lo hace "por amor al arte, por vocación de servicio público; como el resto del equipo, recibimos un sueldo de contratos o becas públicas y es una forma de devolver a la sociedad lo que nos da; de ahí que sea una iniciativa ciudadana sin ánimo de lucro".¿La ciencia tiene cabida en el Parlamento? ¿En qué consiste esta iniciativa?

Es una iniciativa ciudadana independiente que ha surgido de la comunidad científica. El objetivo es que el conocimiento científico sea una de las fuentes de información en la formulación de propuestas políticas.

¿Son los políticos un público duro para divulgar?

El primer evento Ciencia en el Parlamento (que comienza hoy) cuenta con el apoyo de la mesa del Congreso y de todos los grupos. Pero, aunque los políticos son el público destinatario de estas dos jornadas –de debates temáticos el primer día y reuniones a puerta cerrada el segundo–, sabemos que no va a ser fácil que nos lleguen; esperamos unos cien.

La presidenta del Congreso, Ana Pastor, anunció en septiembre la creación de una oficina de Ciencia y Tecnología en el Congreso.

Era un objetivo a medio plazo y ya tenemos ese compromiso por adelantado, con apoyo de todos los grupos. Eso nos hace ir acelerados, pero Ciencia en el Parlamento no va a ser la oficina, aunque ayudemos a que se diseñe, con otros países como referencia.

¿Cuál sería el modelo?

Lo mejor sería diseñar un modelo a la española lo más parecido posible al británico. Contar con un patronato mixto políticos-científicos es la clave. Tras una convocatoria pública para proponer temas, abierta a la comunidad científica, oenegés, sociedad pública..., los científicos eligen los temas en que hay evidencia científica y los políticos los temas que se van a tratar legislativamente los próximos meses. Conviene legislar sobre lo que nos viene (inteligencia artificial, coches autónomos...). Es una forma de estar preparados para cuando la tecnología esté a punto. Gracias a su oficina, Reino Unido fue el primer país en legislar sobre el trasplante mitocondrial, por ejemplo.

¿Qué temas precisan más esta asesoría científica?

La Ley de Cambio Climático y Transición Energética es la más inmediata. Pero habrá que avanzar legislativamente en inteligencia artificial y big data.

¿Qué influencia tendrá esta oficina sobre la política?

Esto no es política basada en la evidencia sino informada en la evidencia. La oficina tendrá asesores técnicos que son quienes contactan con expertos para elaborar informes independientes, sin opiniones, sino recogiendo solamente aquello en lo que hay consenso científico. Así, garantizamos mayor nivel de información a nuestros políticos, que no tienen por qué saber de todo. Y elevamos la calidad de la democracia. A largo plazo, pretendemos que los políticos se basen en la información científica para defender sus posiciones, que crean en la utilidad de la ciencia, ellos, que son los reales ‘influencers’ de la sociedad.

Un asesor aragonés
Envejecimiento y salud, inteligencia artificial y big data, cambio climático y futuro energético, conciliación familiar y social. Son los cuatro temas que protagonizarán los coloquios públicos de la jornada Ciencia en el Parlamento que se celebra hoy. Uno de los técnicos de asesoramiento científico que, acompañados de personas expertas, los presentarán es el aragonés Enrique Navarro, que investiga temas de ecología y toxicología ambiental en el Instituto Pirenaico de Ecología. Pero, precisamente para evitar sesgos propios, no informará sobre esto sino sobre las evidencias científicas en big data e inteligencia artificial. "Junto a otra técnica, Ana Blanco, y un coordinador, que es quien puso en marcha esta iniciativa, Andreu Climent, nuestro trabajo ha consistido en sintetizar el conocimiento en estas dos áreas, leyendo noticias, informes y artículos científicos y realizando unas decenas de entrevistas a expertos en el tema". El producto final es un pequeño informe de cuatro páginas, "con la información relevante para que los políticos puedan informarse adecuadamente de cara al diseño de nuevas legislaciones".

Es consciente de que "aunque se trabaje para divulgar a la población en general, es necesario concienciar y formar en el conocimiento científico a sectores que, por su posición económica y política, pueden tener mayor capacidad de decisión y mayor impacto sobre la sociedad".

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