Tercer Milenio

En colaboración con ITA

Microbios y metales pintan el río Tinto

La paleta de colores de la zona del río Tinto ilumina las obras de la fotógrafa Begoña Sánchez reunidas en la exposición ‘Visiones. Mirada artística al río Tinto’, que se muestra en el Museo de Ciencias Naturales de la Universidad de Zaragoza hasta el 12 de enero.

Las imágenes de la exposición no contienen elementos ni colores añadidos
Las imágenes de la exposición no contienen elementos ni colores añadidos

El intenso color rojo de las aguas del río Tinto, en la provincia de Huelva, el amarillo del azufre depositado en las rocas, el ocre de los fangos secos, el verde de las algas y la vegetación constituyen una espléndida y única paleta de colores. La que ilumina las obras de la fotógrafa Begoña Sánchez reunidas en la exposición titulada ‘Visiones. Mirada artística al río Tinto’, que se muestra en el Museo de Ciencias Naturales de la Universidad de Zaragoza hasta el 12 de enero de 2019.

Licenciada en Ciencias Biológicas, trabajó durante 12 años en la industria farmacéutica. La luz y el color de Andalucía despertaron en ella el interés por la fotografía y, en marzo de 2014, visitó por vez primera la Cuenca Minera de Riotinto, en Huelva, donde se ubica el río Tinto.

Aunque llevan edición digital artística, las imágenes no contienen elementos ni colores añadidos, sino que son los debidos a la gran concentración de minerales en las zonas fotografiadas y a elementos naturales existentes.

De dónde viene el color

El color rojo natural del río Tinto, extrema acidez y alta concentración de metales pesados, fundamentalmente hierro, no se deben a la actividad minera, sino a las bacterias extremófilas presentes en el agua. Obtienen su energía oxidando los metales existentes en forma de sulfuros complejos en minerales como la pirita, calcopirita y galena.

Un reciente estudio liderado por el Centro de Astrobiología (CSIC-INTA) ha detectado por primera vez la presencia de cianobacterias vivas en el subsuelo profundo (a más de 600 metros de profundidad) del macizo rocoso de la Faja Pirítica Ibérica (Río Tinto, Huelva). Esta zona del sur de España es considerada por la astrobiología como un análogo terrestre de Marte.

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