La tecnología salva

Frente a las catástrofes naturales, la tecnología contribuye a prevenir riesgos y salvar vidas.

Inundaciones en México.
Inundaciones en México.
Ángel Hernández / Efe

Vivimos tiempos convulsos y parece que las fuerzas de la naturaleza y la climatología se unen a esa inestabilidad dejando a su paso graves daños personales y materiales. Y tras la tempestad no siempre viene la calma. Estamos siendo testigos de cómo tras un huracán viene un tifón y tras un tsunami se producen terremotos y réplicas en diferentes países. Lo más trágico son siempre las pérdidas de vidas humanas, las familias rotas y el dolor que causa ver destrozado aquello por lo que se lleva luchando y ahorrando toda una vida: pueblos, ciudades, casas, cosechas…

Es como si una fuerza superior nos estuviera recordando continuamente la fragilidad del ser humano y la volatilidad de nuestro bienestar en cuestión de minutos. Sin embargo, lejos del mensaje catastrofista que se utiliza cuando se habla del cambio climático y de su repercusión en el planeta, existe un hueco para la acción positiva y preventiva.

La tecnología tiene que ser nuestro aliado para mitigar el impacto de los desastres naturales. No hablo de ilusiones sino de realidades. De inversiones que urge acometer para prevenir los daños irreparables que cada riada, inundación, terremoto, huracán o tsunami provoca en nuestro planeta. Exijamos a nuestros dirigentes mejores y más precisos equipamientos tecnológicos, de predicción meteorológica y de monitorización ambiental. Cada minuto cuenta para evacuar zonas de riesgo y evitar más muertes. Tecnología al servicio de la humanidad: ese tiene que ser el objetivo.

Alicia Asín es ingeniera informática y CEO de Libelium