La innovación colectiva echa humo
Maker: hacedor de tecnología por cuenta propia, por curiosidad e impulso vital, sin que empresa alguna se lo pida, porque es creativo, autodidacta, tiene conocimientos y quiere ampliarlos compartiéndolos con los demás. Feria Maker de Roma: el mayor encuentro europeo de makers, organizado por la Cámara de Comercio de Roma. Setecientos se reunieron allí el pasado puente del Pilar, mostrando sus hazañas, sus desarrollos, sus prototipos y explicándolos a los más de cien mil visitantes que, durante tres días, se acercaron a la Fiera di Roma a conocer el estado actual de la tecnología. Entre ellos, periodistas del mundo entero. Tercer Milenio estuvo allí para contarlo.

¿Qué había en la Feria Maker de Roma?: robots con mil oficios distintos, hasta músicos en concierto, y más amigos cada vez de los humanos; impresoras 3D portátiles, o recicladoras de plástico, o que imprimen con pellets, fabrican joyas, copian piezas de museo o construyen casas de barro; vehículos autónomos que ganan carreras de Fórmula 1/10; habitáculos con leds y sin parásitos para huertos hidropónicos; biocombustible extraído de la basura; drones que nunca chocan; motos con baterías solares que recorren mil kilómetros por 0 euros; hamburguesas con proteínas de guisantes... Todo lo que uno pueda imaginar, y muchísimo más, estaba en Roma.
Allí, Claudio Pacchierotti, del Centro de Investigación Científica de Francia, nos contó que "los robots ya no son peligrosos y pueden trabajar con los humanos, todos juntos, en colaboración". También que muchos son capaces de aprender y adquirir finas habilidades. Pacchierotti investiga en robots que ayudan en los quirófanos y en su expositor mostraba uno que "ya tiene sentido del tacto", Transenterix.
Luego vimos que otros muchos proyectos no tienen detrás un centro de investigación y ni siquiera miran al mercado. Los makers se miran entre ellos. Comparten tecnologías creadas con código abierto (toda la información a la vista) y estas mejoran pasando de mano en mano. "Estamos ante una de las mayores transferencias de conocimiento de la Historia", dijo en Roma Karim Asry, organizador de la Feria Maker de Bilbao. "Antes eran instituciones las que tenían el monopolio de la transferencia de innovación; hoy, los makers hacen lo mismo que antes solo hacían las grandes empresas".
Además, "la innovación colectiva es más rápida que cualquiera planificada", apostilla Lina Mónaco, arquitecta y maker en los Laboratorios César en Etopia de Zaragoza, a la que encontramos recorriendo los pabellones de la feria romana. No hay más que ver la vertiginosa expansión de las impresoras prusas. "Compartiendo se acelera mucho el desarrollo de productos".
Ayer y hoy
El pistoletazo de salida lo dio Arduino en 2005; hardware y software libre para programar sin, a priori, saber hacerlo. El zaragozano David Cuartielles fue uno de los principales desarrolladores del invento de Massimo Banzi. "Internet y la popularización de los ordenadores permitieron que se democratizara así la tecnología", que naciera el movimiento maker, según César García, coordinador en Roma de los makers españoles, autor del podcast La hora maker y organizador de la feria idem en Madrid.
Lucio Pentagna es un claro ejemplo de maker puro, del que crea tecnología por pasión, sin pensar en venderla. Llega a Roma desde el Algarve portugués con su impresora 3D portátil en la maleta. Es de fibra de carbono y no pesa nada. "Puedes imprimir en la selva e incluso en medio del océano", sonríe. En la feria estaba imprimiendo con un filamento mezclado con cáñamo, "más flexible y resistente", de su vecino de expositor, Kanèsis.
Rodeados de público estaban Gabriele Giardino y Francesco Chatmo, que reutilizan botellas de plástico cortándolas en tiras muy finas y convirtiéndolas en filamento con una máquina diseñada por ellos mismos. Su primer prototipo funciona a la perfección. "Da forma cilíndrica a las tiras planas de plástico, las pone en bobina y valen para cualquier impresora". Una gran idea.
En otro pasillo de la feria, imágenes tridimensionales se proyectaban sin visor en una cama elástica en continua vibración. Manuela Pipino, de Lumi Industrie, nos contó que "las imágenes se guardan en el dispositivo como hologramas y se proyectan desde abajo en la cama bidimensional (a razón de quince imágenes por segundo), coordinadas con la vibración de la cama". Las posibilidades de uso son muchas. Ella lo ha concebido para "divulgación en museos y colegios".
Otra impresora 3D trabajaba con barro y restos de arroz, después de haber imprimido las esculturas expuestas y hasta una casa. El extrusor especial es un desarrollo de la empresa Wasp, que tiene cerca de Bolonia la casa que su impresora ha construido en solo una semana, la Rice House. La visitó hasta el Idealista. Y ya ha obtenido la certificación energética como vivienda eficiente, porque el arroz es buen aislante.
Con 700 mililitros de agua, 15 gramos de papel y 30 segundos podemos reciclar nuestras libretas con el artilugio Spaper.0, que tritura el papel usado, aplana y escurre dos veces lo triturado y seca los nuevos folios. Y con la Climbstation podemos hacernos un tresmil sin movernos casi del sitio. Escalamos por una cinta continua en forma de pared de rocódromo que va bajando cuando nosotros trepamos, mientras un dispositivo mide nuestros movimientos, la altura que subimos, el tiempo empleado, la rapidez y las calorías que quemamos.
Claramente, a los makers les preocupa la salud del planeta. La economía circular ha sido protagonista en esta feria. En ella se respiraba, además, el interés natural de los makers por hacer de la vida una experiencia más fácil y placentera. Sus desarrollos están teniendo impacto en la economía mundial. Por eso han ido a Roma grandes empresas tecnológicas e inversores, interesados en lo maker. Lorenzo Tagliavanti, presidente de la Cámara de Comercio de Roma, expresó su intención de "animar a los makers y ponerlos en contacto con la industria".
Rafael Calado, arquitecto y coordinador del Fablab de Lisboa, enumera los requisitos para poner uno en marcha: "Primero tiene que haber makers, gente que tenga claro el objetivo: desarrollar tecnología compartida; un comunicador es fundamental para que el fablab funcione; y, por último, están las máquinas". En los Laboratorios César en Etopia, uno de los fablabs zaragozanos, tienen impresoras 3D, cortadoras láser, fresadoras CNC... En Zaragoza están además La Remolacha Hacklab, Makeroni Labs, Zaragoza Maker Space... España ha estado representada en Roma por dos proyectos Makeroni, The Ifs y Eye of Horus, y dos navarros.
"Con fablabs es muy rápido prototipar, por el desarrollo compartido y porque no se tiene miedo a los fallos", señala Calado. "Los makers en su opinión están dando muy buenas ideas a las empresas. Comparten su trabajo por Creative Commons y no están en absoluto protegidos por el mercado".
Coordinador de los makers portugueses, Calado invitó a la Feria de Roma a Tauan Bernardo, autor de una máquina que corta las botellas de plástico en tiras y las teje para fabricar con ellas objetos diversos. Se llevó uno de los premios de la feria. Los makers del fablab de Oporto fabricaron tres mil productos con el plástico de 10.000 botellas y la tricotosa de Bernardo. El Ayuntamiento de Oporto le ha comprado forros para sus agendas. "En internet tienes miles de proyectos libres con los que puedes desarrollar el tuyo", dice Bernardo ( Vivalabporto).
En los fablabs de Barcelona han hecho sus trabajos los jóvenes de Itmakes, un programa del consulado italiano en Barcelona, en colaboración con la embajada italiana en Madrid. En Roma vimos: Necrosound, un proyecto de Juan Carlos Castro que recoge datos de crecimiento de hongos y los transforma en audio; Wearpure, de Aldo Sollazo, de diseño de ropa sin emisiones de CO2; B-Sensor, un asiento que advierte de la correcta posición del cuerpo; Be in the water, un clip para la nariz de los nadadores personalizado por impresión 3D, de Nuria Diago; Sintacts, de interacciones sociales en espacios urbanos, de Ricardo Mayor; y Pixel Screens, de Nuria Conde, que ilumina botellas transparentes con la fluorescencia de la quinina.
Son arquitectos, diseñadores, ingenieros y muchos autodidactas que han democratizado la tecnología. Hasta un cohete cuesta hoy lo mismo que muchos coches y es, para un maker, fácil de construir.
The Ifs viajaron desde Makeroni Labs (Zaragoza) junto a Eye of Horus, unas gafas que permiten pulsar interruptores a distancia solo con la mirada, con dos cámaras, una en cada patilla, que monitorizan la posición de las pupilas. Luis Antonio Martín las fabricó para la NASA con sus compañeros de Makeroni, para salvar un obstáculo al que se enfrentan los astronautas en sus naves: cómo pulsar interruptores cuando tienen las manos ocupadas.
Otros españoles en la Feria de Roma: Mahor Muñiz y Carolina Vernaza. Juntos han creado un extrusor para impresora 3D que funciona directamente con pellets de plástico en lugar de con filamento, lo que supone un ahorro económico. Ya está en el mercado, igual que el sistema radar de Itziar Maestrojuán y Víctor Torres. Son Anteral y han creado sobre Arduino un detector de movimiento de 200 euros que alcanza 100 metros y 270 kilómetros/hora. "Es un radar profesional al alcance de todos", aseguró Maestrojuán.
Entran con los ojos muy abiertos ante tanta oferta. Se quedan largo rato mirando cómo imprimen las 3D. Les parecen lentas. Quieren jugar y han llegado al sitio adecuado. Desde la marca Little Bits distribuyen los materiales empleados en esta área de la Feria de Roma. Una de sus representantes nos cuenta que "aquí los niños aprenden a hacer y aprenden también conceptos como el de la industria 4.0 y el reciclaje". Se dan cuenta enseguida de que la electrónica no funciona si no saben montarla.
A los niños les deslumbra la realidad virtual y tratan como amigos a los robots. No les hace falta que sean humanoides; su imaginación está por encima de eso. Ni necesitan casi que se les enseñe "a jugar con la tecnología", como propuso Massimo Banzi, creador de Arduino, en la apertura de la feria. Frente a modelos de enseñanza que no promocionan lo maker, los docentes han sido multitud en esta sexta Feria de Roma y han tomado buena nota de las ideas.
-Ir al suplemento Tercer Milenio