Una concepción global del mundo, en la que se tienen en cuenta los graves problemas que sufren los países económicamente más débiles, así como unos profundos valores solidarios llevan, aún en la actualidad, a la realización de diversos proyectos sociales por parte de particulares a los que no siempre llegan las instituciones ni los planes de cooperación internacional.

Un ejemplo de ello es 'Da Salud y Ghana', una iniciativa impulsada por los jóvenes zaragozanos Patricia Calvo y Diego Puente que ya ha recaudado más de 6.500 euros a través de un 'crowdfunding' en la web goteo.org y con la que se pretende dar asistencia médica a los niños del orfanato de 'Assan Children´s Home', en la ciudad ghanesa de Kumasi. Un dinero que están destinando a recopilar material sanitario para el hospital del centro como medicamentos, camas, sillas de ruedas, muletas, guantes, gasas, compresas, mascarillas o tiritas, entre otros elementos.

Personas a título particular, socios de la Agrupación de Personas Sordas de Zaragoza y Aragón (ASZA) y entidades como el Hospital Viamed Montecanal ya han colaborado aportando diferentes materiales, entre los que también se incluyen dos ordenadores para los trabajadores. No obstante, y aunque llegaron ya al mínimo que se marcaron en el 'crowdfunding' para poder desarrollar el proyecto, sus impulsores esperan recaudar más. "Son muchas las necesidades del espacio, además del material sanitario básico. Hay que tener en cuenta que el centro daría servicio a un total de once distritos aledaños, por lo que todos los recursos recibidos serán de utilidad", indica Patricia, trabajadora social y que ya ha colaborado en algunas iniciativas de voluntariado en la capital aragonesa.

Para todo ello, los jóvenes han organizado diversos vermús, campeonatos de golf, sorteos, conciertos y charlas de carácter solidario con el fin de recaudar fondos, y aún tienen previsto organizar un último acto de despedida en Zaragoza cuya fecha todavía está por concretar.

La infraestructura del centro está en parte armada, pero este requiere de algunos trabajos de adecuación. En él trabajan actualmente tres enfermeras y un doctor de forma voluntaria, además de un director y otros alumnos en prácticas que prestan ayuda puntualmente.

Una experiencia reveladora

El origen de este plan se remonta al verano pasado, cuando sus promotores viajaron a África con el fin de colaborar con alguna iniciativa social. "Buscamos voluntariados de organizaciones españolas pero no nos convencieron debido a su elevado coste. Finalmente, la familia de un amigo ghanés nos puso en contacto con un orfanato local, lo que nos permitió conocer directamente sus costumbres, su forma de vida y sus necesidades, pues nos acompañaron allí, nos acogieron en su casa y nos integraron plenamente en su día a día", explica Diego.

"Lo que observamos allí, además de las grandes carencias que sufría el centro, fue mucho amor y entusiasmo por parte de los organizadores para que los pequeños tuviesen cubiertas necesidades básicas como la alimentación, la higiene y el hospedaje. Y que, con mucho esfuerzo, luchaban para que se impulsase la construcción del hospital para darles cobertura sanitaria tanto a ellos como a los integrantes de las poblaciones cercanas", apunta por su parte Patricia.

Ambos viajarán a Kumasi el próximo mes de julio junto a otras tres amigas para comprar diversos medicamentos y otros materiales necesarios para el hospital, así como para supervisar directamente la entrega del contenedor con todos los objetos recopilados y su posterior gestión. Asimismo, también tienen la intención de impartir un taller dirigido a mujeres que trate la higiene femenina y los buenos hábitos, para cuya preparación se han puesto en contacto con una mujer ghanesa conocedora de la cultura de la zona.

Un proyecto que, además de servir de refuerzo para el orfanato, puede ser también útil para sensibilizar a su entorno al respecto. "Darse cuenta que realmente querer es poder. Ir, mirar y volverse con el corazón vacío no es lo que creemos que uno debe hacer. En cambio, involucrarse, empatizar, conocer, ayudar, escuchar, colaborar, respetar o ser activo socialmente son cualidades que debemos llevar siempre con nosotros mismos y es algo que consideramos firmemente que han podido entender todas aquellas personas que nos han seguido en este proceso", concluye Patricia.