¿Cómo hacer una maleta?

Los hay que la preparan dos semanas antes y otros que lo dejan para el último día. Conviene planificarla para no llevar peso extra, meter toda la ropa y no olvidarse nada.

Con la ropa muy bien enrollada, podremos meter más artículos. Lo delicado tiene que ir arriba.
Con la ropa muy bien enrollada, podremos meter más artículos. Lo delicado tiene que ir arriba.
Heraldo

Hacer mal una maleta tiene sus consecuencias. La primera, que la ropa llegará a su destino echa un churro, quizá incluso manchada, y si en nuestro lugar de vacaciones no tenemos fácil acceso a una lavadora o una plancha, podemos estar en un aprieto. La segunda, que hayamos olvidado meter ese adaptador que precisamos para un enchufe británico, o el cargador del teléfono móvil, o quizá las gafas de lectura. Los errores pueden significar también una espera más larga de lo normal en el aeropuerto, con su correspondiente carrera final para llegar a la puerta de embarque (¿por qué siempre parece que la nuestra es la más lejana de todas?). Finalmente, una maleta mal hecha, que pesa más de lo normal, puede suponer mucho dinero si volamos en una compañía de bajo coste y se ponen rigurosos a la hora de pesarla.

Hacer una maleta es un arte, como bien explica la firma de moda Louis Vuitton, que ofrece en internet todo tipo de turoriales y vídeos para lograr el equipaje más ordenado, compacto y completo posible. Sin errores ni arrugas innecesarias. Los expertos en equipaje consideran que el primer paso antes de ponerse a hacer el equipaje es redactar una lista con las cosas que necesitamos. Aquellas imprescindibles y que no podemos olvidar, desde el pasaporte al cepillo de dientes, pasando por la seda dental, la crema solar o los tapones para los oídos. "En realidad, lo ideal sería tener una lista de aquello que nos llevamos el pasado año y que no necesitábamos. Así, liberaríamos espacio y tendríamos sitio para lo importante", considera Isabel Plumed, administradora de la agrupación Trotamundos Aragoneses, viajera que cuenta con muchos kilómetros de experiencia. Y su marido, Juan José Maicas, viajero y bloguero de viajes, pide precaución a la hora de guardar la documentación, "porque perderla puede suponer un grave problema en vacaciones. Si tienes un viaje programado, quizá tengas que quedarte en un sitio remoto a la espera de que la embajada resuelva el problema, mientras se van autobuses e incluso vuelos".

1. Líquidos y equipaje de mano

Todavía sorprende que en la fila de control de equipaje de mano haya quien tenga que sacar cremas, colonias... La ley es la misma en todos los aeropuertos: no se puede transportar más de 100 mililitros de líquidos separados. Y tampoco podemos tener en el avión tijeras u objetos inflamables. Todo ello debe ir facturado. En el bolso de mano sí se puede llevar un mechero.

2. Combinar es la clave

No hace falta llevarse un conjunto cada día, basta con saber combinar. Por ejemplo, si tenemos en cuenta el número de días que estaremos de viaje, podemos realizar varias combinaciones para que el atuendo sea distinto y no vayamos cargados de prendas. En el caso de la mujer, la base será un vestido fresco; para el hombre, unos pantalones cómodos. Y a partir de ahí, empieza la combinación: zapatos deportivos o de cena, camisa o camiseta, chaqueta...

3. La hora de la maleta

Con la lista a mano y las combinaciones pensadas, ahora sí que podemos empezar a hacer la maleta. Un truco ya conocido es enrollar camisetas y pantalones como si fueran tubos. Ocuparán así mucho menos espacio. Los calcetines deberían ir en una bolsa de tela aparte, y la ropa interior, en otra. ¿Por qué? Porque así resultará más sencillo encontrarlo. Una vez esté todo metido, colocar entonces las prendas que pueden arrugarse o que son delicadas.

4. Distribuir el peso

La primera regla es que el equipaje no debería pesar mucho. No tiene sentido, es un auténtico engorro, hay que cargar con él en escaleras mecánicas que no funcionan, por calles abarrotadas en busca del hotel... Si no queda más remedio, lo mejor es colocar los artículos más pesados siempre abajo, para que la maleta no esté descompensada. Si se trata de una mochila, esa parte más pesada debería estar en el medio, para no hacernos daño en la espalda.

5. Lo que no va en la maleta

En el equipaje de mano hemos de llevar la documentación, el dinero, los dispositivos electrónicos... En el caso de la documentación, ha de estar siempre a mano, por lo que viene bien que el bolso o maletín tenga un compartimento donde vaya el pasaporte, el DNI... Es mejor no tenerlo todo metido en la cartera: si en un descuido nos la roban, al menos solo perderemos algo de dinero, pero podremos continuar el viaje.

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