Cuando el calor da beneficios

La venta de algunos objetos se ha  disparado estos días. Abanicos, sombrillas, sombreros, helados o aires acondicionados son algunos de los productos que se agotan con las altas temperaturas.

Patricia y María Redondo, de Casa  Redondo, céntrico establecimiento de Zaragoza dedicado a la venta de abanicos y sombreros.
Patricia y María Redondo, de Casa Redondo, céntrico establecimiento de Zaragoza dedicado a la venta de abanicos y sombreros.
C. I.

“Las ventas durante este verano están siendo fulminantes”, aseguran desde la sede de la calle Bretón de Electrodomésticos Paymar en Zaragoza. Desde el establecimiento afirman que se han quedado en varias ocasiones sin existencias tanto de aires acondicionados como de ventiladores. Tendencia que podría mantenerse hasta que pase la alerta por las altas temperaturas que durante esta semana se han instalado en España. “Nosotros lo hemos notado sobre todo estas últimas dos semanas, parece que a la gente le ha pillado por sorpresa el calor”, explican.

Y es que, aunque el calor va por barrios en Zaragoza, lo cierto es que a nadie le es ajeno el subidón de temperaturas registrado en los primeros días de agosto.

El abanico: un arma contra el calor

“Hay clientes que vienen a pedir aire acondicionado para instalar en el mismo día. Nosotros hacemos lo que podemos para dar servicio a todo el mundo pero nuestros técnicos no dan abasto”, aseguran las mismas fuentes. El precio de un aparato de aire acondicionado básico ronda los 350 euros, mano de obra aparte.

Algo parecido ha ocurrido con la venta de ventiladores: “Ahora mismo tan solo nos quedan dos unidades de dos de los modelos que comercializados. Estamos realizando pedidos prácticamente a diario”, explican desde Paymar. Una realidad que, les consta, se ha reproducido en otras de sus tiendas repartidas por la capital aragonesa. En cuanto al precio medio de un ventilador ronda los 25 euros, y aunque los dos productos se han vendido por igual, desde Paymar aseguran que no tienen nada que ver, ya no solo por el precio sino por su funcionamiento: “al fin y al cabo el ventilador tan solo remueve el aire, no lo enfría”.

Desde la Heladería Tortosa, ubicada en la calle Don Jaime y conocida, sobre todo, por la amplia variedad de sabores y de productos originales que propone entre sus más de 30 referencias en nevera, su gerente asegura que este año está siendo catastrófico con respecto al anterior, debido sobre todo al tiempo. “El año pasado fue muy bueno para todos los heladeros a nivel nacional, pero este año ha sido una primavera con muchas lluvias y bajas temperaturas, y el calor se ha hecho esperar”, reconoce.

El sector de la heladería es muy estacional, y depende directamente de condiciones climatológicas: “nuestro año empieza en marzo y se prolonga hasta después de las fiestas del Pilar, por eso es tan importante que haga buen tiempo”. Eso sí, la ola de calor también puede jugarles una mala pasada, “ya que la gente cuando hace tanto calor no sale de casa hasta última hora, eso nos cambia los horarios y alarga más las noches, pero el resto de día es negativo para nuestras ventas”, afira Gericó, quien asegura que la caída en las ventas a nivel nacional se cifra en estos momentos en torno a un 20% con respecto al año anterior.

Entre sus productos más vendidos durante estos días están los helados con sabores cítricos, sobre todo naranja, limón, fresa o mandarina, y los granizados y las horchatas. “Con este calor no apetecen los productos lácteos”, afirma.

Por 2,50 euros cualquier persona puede hacerse con un helado pequeño -13.20 euros el litro para los más valientes-o un vaso de granizado. “Tenemos más de 80 referencias de sabores distintos en el almacén”, explica Gericó.

Por supuesto, durante estos días tan calurosos siguen triunfando los productos más clásicos, como los sombreros y los abanicos, tan tradicionales en nuestro país. En el establecimiento de Casa Redondo, María, actual gerente del negocio –y cuarta generación a cargo del comercio ubicado en pleno centro de la capital aragonesa- asegura que la ola de calor también se ha notado en este sector. “Hemos vendido una gran cantidad de abanicos y sombreros durante las últimas semanas, aunque también lo hemos notado con la venta de sombrillas”, afirma.

La mejor época del año para el abanico

“Este año la ola de calor ha llegado muy tarde pero se ha notado y se está notando mucho. El verano es la mejor época del año para la venta de abanicos ya que con estas temperaturas la gente lo nota mucho”, afirma Redondo. Asegura que desde mediados de julio han tenido que reponer en varias ocasiones sus existencias.

Desde 16 euros se puede adquirir un abanico en este establecimiento, fundado en 1922, así como sombreros y sombrillas, cuyo uso todavía es más residual: “en los últimos años han aparecido cada vez más casos de alergia al sol que han fomentado la venta de estos productos”.

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