Un grupo de británicos que hace un par de semanas celebraron una despedida de soltero en Benidorm pagaron a un sintecho para que se tatuara en la frente el nombre y la dirección del novio: "Jamie Blake, North Shields, NE28".

Al parecer, el grupo de británicos se encontró con Tomek, polaco de 34 años que según los vecinos de la localidad malvive en la calle, cuando salían de un pub. Con la promesa de pagarle cien euros le llevaron hasta un estudio de tatuajes para marcarse la frente, una oferta a la que el polaco accedió. Sin embargo, el dolor que le producían las agujas hizo que Tomek no aguantase y el trabajo quedara a medio hacer.

Una ola de indignación

Los hechos han causado una ola de indignación entre los vecinos y las autoridades de Benidorm. Karen Cowles, presidenta de los comerciantes británicos de la localidad, ha explicado a 'The Guardian'  que se trata de una acción "inhumana y repugnante". Cowles también ha apuntado que la víctima duerme en la playa y es una persona "enferma y alcohólica".

Además, ha aprovechado la situación para denunciar la proliferación de este tipo de comportamientos incívicos por parte de los turistas, que muchas veces llegan a la ciudad alicantina con paquetes de agencias y turoperadores "con la premisa de que todo está permitido".

La dudosa hazaña de este grupo de amigos también ha disgustado al novio en cuestión, que solo ve inconvenientes al hecho de que un desconocido lleve tatuado su nombre y su dirección en la frente. El afectado ha dicho a los medios británicos que desconocía lo que había ocurrido y que se enteró posteriormente a través de internet. Y es que el estudio de tatuajes se encargó de difundir una imagen del momento en el que Tomek se realizaba el tatuaje a través de su cuenta de Facebook.

Tras conocerse los hechos, diversas asociaciones están recaudando fondos para que el sintecho pueda borrar su tatuaje y recibir ayuda médica.