Tercer Milenio

En colaboración con ITA

Por qué los permisos de paternidad deberían alargarse

Los bebés que interactúan con sus progenitores masculinos en los tres primeros meses de vida tienen un impacto positivo sobre su desarrollo cognitivo. ¿Replanteamos los permisos de paternidad?

Tras ser padres, los hombres experimentan un aumento de la actividad en zonas del cerebro asociadas a la recompensa y la empatía
Tras ser padres, los hombres experimentan un aumento de la actividad en zonas del cerebro asociadas a la recompensa y la empatía
Siebuhr

La Seguridad Social concede a las madres trabajadoras dieciséis semanas de permiso retribuido después del nacimiento o adopción de un hijo. Que se reducen a cuatro en el caso de los padres. Dicho así podríamos considerar que el artículo 14 de la Constitución, ese que afirma que "los españoles son iguales ante la ley, sin que pueda prevalecer discriminación alguna por razón de nacimiento, raza, sexo, religión [...]", se incumple descaradamente. Con ese argumento, un padre ha presentado un recurso de amparo al Constitucional. Es la cabeza visible de toda una corriente que aboga por que existan permisos iguales e intransferibles para madres y padres.

Desde el punto de vista estrictamente científico, les sobran razones para su reivindicación. La más reciente la aportaban científicos del Imperial College de Londres (Reino Unido) al demostrar que los bebés que interactúan con sus progenitores masculinos en los tres primeros meses de vida tienen un impacto positivo sobre su desarrollo cognitivo al menos hasta los 2 años de edad. Cuanto más activamente juega e interactúa el padre con el crío, más cuentos le lee y más se implica en sus cuidados, mejor es su desarrollo mental. Mejor se le da reconocer formas y colores. Más rápido aprende, en definitiva.

No queda ahí la cosa. Una relación estrecha entre el padre y su retoño los tres primeros meses de vida también tiene efectos sobre su futuro comportamiento. Según una investigación de la Universidad de Oxford, los trastornos de comportamiento de los niños se reducen si el padre pasa tiempo con ellos en las primeras semanas de vida. Nada baladí teniendo en cuenta que este tipo de problemas se relaciona con fracaso académico, delincuencia y baja salud psiquiátrica al llegar a la pubertad.

Otro argumento a favor de prolongar el permiso de paternidad llegaba el año pasado desde el Laboratorio de Neurociencia Darwiniana de la Universidad de Emory (EE. UU.) En un experimento con resonancia magnética probaron que, tras ser padres, los hombres experimentan un aumento de la actividad cerebral en zonas -núcleo caudado y corteza cingulada anterior- asociadas a la recompensa y la empatía. Un cambio que dura, como mínimo, los dos primeros dos años de vida del crío. Dicen que se debe a que la acción de la oxitocina, apodada la 'hormona del amor', se intensifica. "Los padres, y no solo las madres, experimentan cambios hormonales que aumentan su empatía y su motivación por cuidar a sus hijos", explicaba el antropólogo James Rilling.

Lo que nuestro padre piense de nosotros nos repercute a cualquier edad. En una revisión de 36 estudios científicos que implicaban a cerca de 10.000 sujetos, Ronald Rohner y sus colegas de la Universidad de Connecticut (EE. UU.) demostraron que la influencia del rechazo (o la falta de atención) paterna es más fuerte incluso que la materna. Cuanta más atención recibe un niño de su padre, más sólida es su personalidad. "El papel del padre es esencial para el desarrollo del individuo", concluía Rohner, que aseguraba que la sociedad debe ser consciente de ello a la hora de organizarse. Y replantear los roles en la crianza.

Comentarios
Debes estar registrado para poder visualizar los comentarios Regístrate gratis Iniciar sesión