Campamento de desintoxicación digital y otros intentos de sacar un 10 en el uso del móvil

Madrid es la única comunidad autónoma con un servicio especializado en atender a menores adictos a las tecnologías.

Más de la mitad de los menores experimentan problemas asociados al uso y abuso de los 'smartphones'.
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Madrid es la única comunidad que atiende con un servicio especializado los problemas de los menores por el uso compulsivo de las nuevas tecnologías, que el resto de las regiones aborda con programas preventivos o dentro de la asistencia sociosanitaria en casos ya de abuso o adicción.

La Estrategia Nacional de Adicciones recientemente aprobada por el Gobierno (2017-2024) incluye por primera vez, además de las drogas clásicas, las adicciones sin sustancia, las comportamentales, generadas por el mal uso de las nuevas tecnologías, los juegos en línea y los videojuegos.

El objetivo es atajar el uso compulsivo de las redes que hacen el 18 por ciento de los menores entre 14 y 18 años, un porcentaje que no significa que estén enganchados o tengan una adicción, aclaran responsables de Sanidad.

Distintos estudios alertan de un posible aumento de casos entre los menores, no solo por el uso excesivo del móvil, sino también por el juego y las apuestas. Uno de cada cinco jóvenes reconoce abusar del móvil, concluye un informe de la asociación Proyecto Hombre realizado con 1.200 encuestas a alumnos y familias.

Madrid es, de momento, la única comunidad autónoma que ha creado un servicio especializado de intervención en adicciones a las nuevas tecnologías para jóvenes de entre 12 y 17 años.

Los terapeutas evalúan la conducta de los adolescentes, las consecuencias del uso de las tecnologías en su vida cotidiana y su grado de pérdida de control para comprobar si está interfiriendo en las actividades escolares, las relaciones sociales y familiares, e incluso en su propio cuidado personal.

El uso inadecuado o abusivo de las nuevas tecnologías conlleva consecuencias graves como el aislamiento social, el bajo rendimiento escolar, el acceso a contenidos inapropiados, el contacto de riesgo con desconocidos y la suplantación o la pérdida de identidad.

Además, los expertos advierten de que la pérdida de control y la sensación placentera para el adolescente de estas conductas pueden desencadenar una situación de dependencia y adicción.

La campaña "Cómo sacar un 10 en el uso responsable del móvil" pretende fomentar en Aragón el uso racional de los móviles y mejorar la convivencia de los más jóvenes, junto a un programa experimental para el desarrollo de competencias digitales.

La Diputación de Valladolid ha puesto en marcha una curiosa iniciativa para hacer frente a las adicciones tecnológicas, el primer "Campamento de desintoxicación digital" dirigido a personas de entre 18 y 35 años afectados por el uso abusivo y problemático de internet.

Al margen de esta iniciativa, la comunidad de Castilla y León aborda la asistencia de forma simultánea con otras por abuso y dependencia a las drogas, ha explicado la Consejería de Familia, y realiza intervenciones educativas, además de apoyar proyectos de asociaciones, como la Fundación Candeal-Proyecto Hombre.

Baleares atiende estas situaciones a través de un grupo formado por la Oficina de Defensa de los Derechos del Menor (Ibjove), la Conselleria de Educación, policías tutores y la FundacióBit que trabaja de manera coordinada en la divulgación de información y prevención en el uso de las nuevas tecnologías.

Además, la comunidad balear desarrollo programas como Cibermentores, del ámbito educativo, y Crida, del sanitario.

A través de la red Guadalinfo, la Junta de Andalucía forma a colectivos en el uso seguro de estos recursos y les familiariza con los distintos tipos de riesgos de adicción a las nuevas tecnologías para su detección precoz y tratamiento.

También desde la prevención, el Gobierno de Cantabria desarrolla el programa Jóvenes y Drogas, dirigido a adolescentes de entre 12 y 18 años expuestos a factores de riesgo, así como a sus familias y a profesionales que trabajan con este colectivo.

Del total de jóvenes atendidos en 2017, el 10 por ciento lo fueron por adicciones comportamentales, principalmente varones (el 76,5 %), han concretado desde el ejecutivo cántabro.

En Castilla-La Mancha son poco frecuentes estos casos y desde este gobierno autonómico aseguran que en las Unidades de Conductas Adictivas sólo se inició en 2017 un caso de tratamiento por abuso de TIC en menores. Desarrolla también esa región programas para escolares y familias.

La mayoría de las comunidades delega el tratamiento de esas conductas a asociaciones y entidades, subvencionando proyectos especializados en adicciones o en menores.

Es el caso de Galicia, a través de la Consellería de Sanidade financia 13 programas específicos sobre prevención de problemas por el mal uso de internet, desarrollados por ayuntamientos y ONG.

También en Asturias, la Consejería de Servicios y Derechos Sociales del Principado colabora con ONG, como Proyecto Hombre, y acabar de elaborar un protocolo autonómico para reforzar las medidas que eviten el acceso de los menores a juegos de azar y apuestas.

La Rioja prepara un protocolo sobre la atención de esas conductas y desarrolla programas de prevención dirigidos a juegos de azar y adicciones sin sustancias en el medio escolar y familiar.

En el País Vasco, la ley de adicciones de 2016 prevé actuaciones concretas respecto a las nuevas tecnologías, pero no hay recursos específicos para esas adicciones. La atención sanitaria se hace a través de la red de Salud Mental y se complementa con servicios de ONG. Cada febrero se celebra el Safer Internet Day y varios ayuntamientos abordan situaciones de adicciones.

Extremadura trata a estos menores dentro de la red de atención para personas con problemas de adicciones, combinando recursos del Servicio de Salud y convenios con ONG.

Lo mismo ocurre en Valencia, que cuenta con un red de atención a la prevención y tratamiento de cualquier trastorno adictivo con y sin sustancia, aunque incluye desde 2016 programas para abordar la prevención de adicciones tecnológicas y juego patológico entre escolares.

La Consejería de Políticas Sociales del Gobierno de Canarias ha reconocido su preocupación por estas situaciones y está ultimando una guía sobre tecnoadicciones, con pautas a padres, profesores, entrenadores deportivos y otros adultos que tratan con menores.

En Navarra, existen medidas específicas para ludopatías pero no programas ni centros para menores con adicciones tecnológicas que desarrolla el departamento de Salud, a través de Atención Primaria y Salud Mental.

En Cataluña, han sido los hospitales los que han creado unidades para adicciones, pero sobre todo para ludopatías, ya que esta región ha detectado un aumento por los juegos en línea, también en adolescentes.

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