Las marcas de deportivos de lujo investigan y trabajan para conseguir el vehículo más veloz y, hasta la fecha, el récord (medido en circuito) lo tiene modelo de la casa Koenigsegg -un Agera RS del que solo se han fabricado 25- que según se certificó el pasado noviembre alcanza los 447,2 km/h.

Suena rápido, pero eso no es nada comparado con la velocidad que un humilde Opel Astra ha logrado en las carreteras de Bélgica. Al menos, eso se deduce de la multa recibida por su dueño, en la que se indica que circulaba en una zona limitada a 50... a 696 kilómetro por hora.

Tráfico corrigió después el margen de error del radar y la cosa se quedó en 654,24 km/h. Nada menos.

En realidad, y dada la imposibilidad de que un vehículo llegue a semejantes velocidades, todo apunta a que se trata de un error de quien redactó la sanción. Como la zona estaba limitada a 50, es probable que la coma patinara un poco, y que el coche fuera a 65,4 km/h.

La historia la ha revelado el diario belga 'La Province', que ha hablado con la madre del joven conductor: "No puede ser. Mi hijo nunca conduce a más de 60 km/h", ha dicho.

A lo mejor habría que recordarle que hay carreteras en las que ir muy despacio también es peligroso. Pero en cualquier caso, y en lo que se refiere a la polémica multa, es más que probable que el conductor pueda recurrir la sanción. No hay perito que pueda confirmar que el coche de verdad circulaba a casi 700 km/h...