Nintendo Labo: alta tecnología soñada en cartón
Son mucho más que simples juguetes. El desarrollo detrás de esta peculiar idea soprenderá y divertirá a niños y mayores.
Lo nuevo de Nintendo no es una consola ni un videojuego. Los sueños de la compañía nipona están hechos ahora de planchas de cartón troquelado. Tecnología, diseño y mucha imaginación hacen el resto. Nintendo Labo es un gran y divertido experimento que aprovecha las especiales características de una consola, la Switch, única: pantalla táctil, sensores de movimiento, cámara térmica Nintendo la propone como un juguete mutante capaz de transformarse en una caña de pescar, un piano, una moto o un gigantesco robot.
Pero antes de ponerse a jugar hay que crear, usando las manos y siguiendo, paso a paso, las instrucciones. Doblando bordes, encajando pestañas, construyendo muelles y contrapesos, haciendo uso solo de cartón, un poco de cuerda y alguna goma.
El entretenimiento comienza con el montaje de sencillos minibots, que podremos construir en menos de 10 minutos. Para llegar a construir una compleja mochila-robot, cuyo ensamblaje nos puede llevar horas. Labo está concebido para ser disfrutado, construido y jugado en familia.
Las creaciones más complejas pueden requerir de un adulto que ayude con el montaje, pero el tiempo invertido merece la pena en cuanto nos convertimos en gigantesco robot que responde perfectamente a los movimientos de nuestro cuerpo y lo destruye todo a su paso (en principio, solo en el mundo virtual).
Cuando ya hemos transformado las planas planchas de cartón en inanimados objetos de tres dimensiones, basta con colocar en su interior los mandos y la pantalla de la Nintendo Switch para que nuestros nuevos gadgets de cartón cobren vida y comience el juego.
Aunque en un principio pudiera parecer que las posibilidades se acaban pronto, tras pescar unos cuantos peces en las profundidades marinas de nuestra Switch o tocar una sencilla melodía en un piano de cartón de tan solo una octava, nos damos cuenta de que Labo va mucho más allá.
Los cinco Toy-Con (juguetes) del llamado Kit Variado suman decenas de minijuegos diferentes, y cuando estos se hayan agotado se pueden crear melodías con el piano, peces para repoblar el acuario o incluso programar sencillas aplicaciones en el Taller Toy-Con, un sistema de programación por bloques que deja en las manos y la imaginación del usuario la posibilidad de crear sus propios juegos y aplicaciones, e incluso, por qué no, sus propios juguetes de cartón.
Los dos kits el variado de 70 euros y el robot por 80 son solo el principio de una diversión (Nintendo ya ha mostrado nuevos Toy-Con en camino) que promete hacer las delicias de los más pequeños y ser una excusa para que los padres más jugones se hagan al fin con la Switch.