El futuro de la tecnología se escribe en femenino

Un concurso internacional, con amplia presencia aragonesa, premia el emprendimiento y la creatividad de las niñas en el diseño de una aplicación.

Las participantes del grupo oscense en el concurso Technovation Challenge.
Las participantes del grupo oscense en el concurso Technovation Challenge.
Minivinci

Las más pequeñas apenas tienen 9 años, pero ya se han enfrenado al gran reto de utilizar la tecnología para, gracias a su ingenio, contribuir a alguno de los Objetivos de Desarrollo Sostenible de Naciones Unidas -pobreza, medio ambiente, paz, igualdad, educación y salud-. Este era el reto que proponía el concurso Technovation Challenge, que invita a niñas y adolescentes de todo el mundo a desarrollar aplicaciones móviles que permitan dar soluciones reales a su comunidad. Un desafío al que respondieron casi treinta grupos en todo Aragón -19 en categoría júnior y 9 en sénior-, y que el próximo viernes 18 de mayo competirán por ser uno de los tres proyectos finalistas dentro de la comunidad, para pasar a la siguiente fase. Aunque la iniciativa nació en 2009, solo lleva tres años celebrándose en España, y esta es la primera vez que cuenta con una eliminatoria en Aragón, ya que en ediciones anteriores se llevaban a cabo únicamente en Madrid y Barcelona.

Todas presentarán diferentes aplicaciones móviles que llevan meses preparando con la ayuda de un profesor que monitoriza su proyecto. Acompañando la propia 'app' tienen que mostrar un vídeo de presentación, y en el caso de la categoría sénior, elaborar también un plan de negocio. Por ejemplo, crear una base de datos que recoja todos los vídeos ligados a la programación y a la tecnología, que es la idea que han desarrollado el único grupo que compone la participación oscense. Alejandra Bagé, Paula Sanclemente, Sara Miravé y Valeria Corrales son las autoras de la aplicación G2P (Girls to Program), todas con nueve y diez años, alumnas de la academia Minivinci de la capital oscense.

“Al venir de una ciudad pequeña como Huesca, donde hasta hace muy poco no existía ninguna academia para aprender a programar, las chicas pensaron que hay muchos otros niños y niñas que viven en ciudades pequeñas o en entornos rurales y que no tienen acceso a profesores o a talleres que les enseñen a programar. Youtube tiene cientos de vídeos y tutoriales que pueden ayudar a estos niños, pero  son difíciles de encontrar. Con la 'app' se establece una recopilatorio de vídeos”, dice Patricia Heredia, que se encarga de dirigir al grupo oscense, que ha englobado su aplicación en el sector de la educación. En su caso han querido que fueran las niñas las que se encargaran de todo, para darle todavía más valor. “Hemos visto trabajos de otros años y otros países y hay cosas muy bien hechas, pero al final lo importante es que las niñas se impliquen y que sea todo mérito de ellas”, puntualiza Heredia, muy orgullosa de sus pupilas, que sacaron un hueco en sus apretadas agendas de extraescolares para poder involucrarse en este proyecto, muy exigente.

La última eliminatoria se llevará a cabo en el centro tecnológico Silicon Valley, en California. Allí habrá un premio muy suculento para todas las participantes. “Está claro que el nivel es muy alto, porque se trata de un concurso internacional y hay muchas propuestas, pero las chicas están muy convencidas de su trabajo y seguras de sus opciones”, dice la profesora del grupo altoaragonés, que actuará también de jurado para los trabajos de otros países.

Asi, ya no solo demostrar sus habilidades en la denominadas STEM (ciencias, tecnología, ingeniería y matemáticas), sino también desarrollar su potencial como líderes y emprendedoras, a través de la creatividad, el reparto de tareas o el trabajo en equipo, y además, respaldar el papel de las chicas en este sector, donde siguen siendo minoría, pero su trabajo demuestra que tienen un futuro prometedor.

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