Tercer Milenio

En colaboración con ITA

El cómic, un abrelatas que sitúa al estudiante de Medicina en escenarios éticos

Igual que un abrelatas capaz de abrir una brecha emocional, de hacer sentir al lector parte activa de una historia, el cómic se revela como una herramienta docente única para conquistar a los futuros médicos y hacer atractiva la enseñanza de la bioética. Las viñetas de Mónica Lalanda, médico e ilustradora, han entrado en la Facultad de Medicina de Zaragoza y ya hay evidencias de su eficacia. Aprender con cómics resulta más atractivo para los estudiantes, incrementa su participación en clase y su conciencia de aprendizaje y al menos mantiene sus resultados académicos.

Los médicos meten la pata en el cómic creado para el tema de Confidencialidad médica
Los médicos meten la pata en el cómic creado para el tema de Confidencialidad médica
Mónica Lalanda

Comprobado. El adecuado manejo del cómic mejora los resultados de aprendizaje. Los alumnos de 3º de Medicina mejoran conocimientos y actitudes en un tema tan importante como la confidencialidad y el secreto profesional.

"Cuando tuvimos la oportunidad de asomarnos al mundo del cómic aplicado a la ética médica a través de la experiencia de la doctora Mónica Lalanda, quedamos fascinados", reconoce Rogelio Altisent, director de Proyectos Académicos de la cátedra de Profesionalismo y Ética Clínica de la Universidad de Zaragoza.

Las viñetas de Lalanda sumergen al alumno en cada situación. Ella misma explica que "el cómic es muy útil para transmitir conceptos éticos y deontológicos complejos poniéndolos en el contexto clínico y añadiendo un toque de humor para evitar ofender a nadie". Para Altisent, el cómic es "como un abrelatas que, de golpe, facilita que la mente del alumno sintonice con escenarios éticos donde puede proyectar la imaginación y la creatividad personal". En su opinión, "no es fácil captar la atención cuando se explican temas que conceptualmente se mueven en la abstracción, como ocurre con la ética. El cómic permite un aterrizaje forzoso y genera un impacto psicológico que no es sencillo alcanzar por otras vías. Logra abrir la brecha emocional".

El cómic, un abrelatas que sitúa al estudiante de Medicina en escenarios éticos

¿Poco serio?

El mundo médico "está lleno de prejuicios –advierte Lalanda– y el cómic se sigue viendo como algo infantil, poco serio, ‘under-ground’". De hecho, "algunos académicos –dice Altisent– consideraban que era poco serio llevar cómics a las aulas de la Facultad de Medicina. Pero la intuición nos ha funcionado y ya tenemos evidencias de que el adecuado manejo del cómic ha mejorado resultados de aprendizaje".

Un artículo publicado en ‘AMA Journal of Ethics’, la revista de ética de la Asociación Médica Americana, recoge el estudio realizado para comprobar si el método funciona. Para rizar el rizo, en el propio artículo se utiliza el lenguaje del cómic para contar la experiencia, algo nada usual en una revista científica.

"Hemos visto que quienes han estudiado la materia mediante el análisis y discusión de viñetas que representan situaciones con dudas sobre el modo de gestionar la confidencialidad en la relación con el paciente han captado mejor el concepto clave del ‘confidente necesario’ para acceder a información del paciente", señala Altisent. Esto se comprobó comparando con los resultados obtenidos mediante el método más tradicional de discusión de casos.

El cómic, un abrelatas que sitúa al estudiante de Medicina en escenarios éticos

En definitiva, el estudio, cuya metodología dirigió Teresa Delgado, "muestra evidencias de que los alumnos de 3º de Medicina mejoran conocimientos y actitudes comparando una serie de indicadores con un grupo control" que utilizó el método tradicional.

El cómic y las novelas gráficas se utilizan en algunas facultades de Estados Unidos como herramienta docente. La universidad pionera es la de Pensilvania. La creación específica de cómics para estudiantes de Medicina, basados en contenidos del curriculum de la asignatura de Comunicación asistencial, ética médica y legislación, es una experiencia pionera de la Universidad de Zaragoza, como parte de un proyecto de innovación docente de la cátedra de Profesionalismo y Ética Clínica.

El cómic, un abrelatas que sitúa al estudiante de Medicina en escenarios éticos

Se comenzó con un primer cómic de cinco hojas sobre el tema de confidencialidad médica "que seguía la jornada de unos médicos metiendo la pata en todos y cada uno de los ámbitos en los que tenían que haber sido cuidadosos", explica Lalanda. Estos cómics incluyen enlaces, como códigos QR, a material en formato texto. Durante las clases, "aprovechamos el método de los colegas americanos para que los estudiantes crearan sus propios cómics sobre situaciones en los que no se respetaba la confidencialidad". Al año siguiente, se creó una serie de cuatro cómics sobre prescripción.

Empatía y reflexión

Para Lalanda, autora del libro ‘Con-ciencia médica’, que reconvierte el código deontológico de los médicos en viñetas, y coordina el movimiento Medicina Gráfica, "el cómic, por el tipo de lectura que requiere, conlleva mayor reflexión y el lector es parte activa de la historia, se identifica más que en la lectura de un texto tradicional, lo cual conlleva aumento de la empatía y mejora la retención de conceptos". También sabemos que es mucho más atractivo, pues "de alguna manera estamos ‘cableados’ para que nos guste la imagen".

El próximo mes de noviembre tendrá lugar en el Centro de Investigación Biomédica de Aragón el I Congreso Nacional de Medicina Gráfica.

Alumnos con el corazón de piedra
Ocurre en todo el mundo y hasta se recoge en la bibliografía internacional: a medida que avanzan los cursos, los alumnos de Medicina sufren un deterioro en sus actitudes éticas. Ese fenómeno tan paradójico se denomina ‘erosión ética’. "Resumiendo, podemos decir que los estudiantes llegan a la facultad llenos de idealismo, con la ilusión de ser buenos médicos que ayudan a los demás, con espíritu altruista, y con el paso de los años se les endurece el corazón, como si perdieran algo de aquel fervor vocacional que les llevó a la medicina", indica Altisent.

Lalanda confirma que "los estudios sobre empatía demuestran que a lo largo de la carrera existe un deterioro moral". En su opinión, "es un tema multifactorial al que las universidades deberían prestar atención. Los años preclínicos son intensos y duros, causan una enorme frustración y una pérdida de referencia sobre la razón que les llevó a ser médicos. Se crea un cierto cinismo, un endurecimiento que no se soluciona con enseñanza fallida y aburrida de aéreas tan importantes como la comunicación y la ética. Falta la transversalidad y aportar a la formación de los jóvenes médicos la parte humanista que tan imprescindible es en medicina".

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