¿Cómo repele el agua la ropa impermeable?

En estos días de lluvia, paraguas y chubasqueros nos aíslan de la lluvia.

Un buen chubasquero evitará que nos mojemos en un día de lluvia.
Un buen chubasquero evitará que nos mojemos en un día de lluvia.

Las calles se han llenado esta semana de gabardinas, chubasqueros y paraguas. Muchos paraguas.

Todos ellos comparten una característica común: están hechos de tejidos impermeables, capaces de repeler las gotas de agua para evitar así que nos mojemos.

Los primeros tejidos impermeables aparecieron en el siglo XIX. Su inventor fue un químico escocés, Charles Macintosh, que descubrió una fórmula para impregnar la tela con goma de caucho, lo que impedía el paso del agua.

El científico registró su invento en 1823 y creó una mítica marca de ropa impermeable, Mackintosh, que con algún cambio de nombre de por medio ha seguido fabricando sus productos hasta nuestros días.

Con los años, aquel rudimentario sistema de impermeabilización de la ropa se quedó antiguo y fueron apareciendo productos más eficaces y más cómodos para los usuarios. Las primeras prendas con caucho aislaban de la lluvia, pero no olían muy bien y podían derretirse si las temperaturas eran muy elevadas.

En las últimas décadas, han aparecido tejidos técnicos muy sofisticados y mucho más eficaces, sobre todo porque han acabado con uno de los principales inconvenientes de los primeros impermeables: daban mucho calor. A finales de los años 70 del siglo pasado se crearon telas capaces de repeler la humedad exterior y, a la vez, permitir la transpiración del sudor.

Estos tejidos empleaban el teflón, una membrana que incluye poros microscópicos, demasiado pequeños para que los atraviese una gota de agua, pero lo suficientemente grandes como para dejar pasar el sudor condensado (y por tanto, en forma de vapor) que genera nuestro cuerpo.

El problema es que estas membranas se bloquean con la suciedad o la grasa del cuerpo y acaban por perder su efecto impermeable.

En los últimos años se han desarrollado nuevas tecnologías, como el Gore-tex o el Event, que a base de varias capas de membranas y de sustancias oleofóbicas en ellas que repelen la suciedad han logrado una mayor duración y una mayor comodidad para los usuarios.

Son los productos más sofisticados que podemos encontrar en el mercado. Pero junto a ellos también se venden chubasqueros más sencillos de telas plásticas, que también evitan que nos mojemos, pero dan casi tanto calor como los viejos impermeables de Mackintosh.

Distintas opciones, para distintos gustos y bolsillos.

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