Far Cry 5, diversión y balas en el condado de Hope

La quinta entrega de una de las sagas más exitosas ofrece decenas de horas de diversión sin límite, repartiendo plomo a diestro y siniestro en un mundo abierto inagotable.

'Far Cry’ es más de lo mismo’, sí, pero es que ‘lo mismo’ es ¡tan divertido...!

Explorar un mapa inagotable a pie, en quad, coche, lancha, helicóptero o avioneta. Deleitarse con la belleza de un atardecer justo antes de ser atacado por un enorme oso de media tonelada. Y, sobre todo, hacer que todo salte por los aires.

Esa es la esencia de ‘Far Cry,‘ un juego que, en su quinta entrega, abandona los parajes exóticos para realizar un brusco aterrizaje en la América profunda. Concretamente viajamos al condado de Hope (esperanza en inglés), un entorno natural lleno de inmensos bosques, ríos, lagos y montañas, poblado por animales salvajes poco amigables y, sobre todo, de ‘santitos’, los alocados y descerebrados integrantes de una secta que gobierna el lugar con mano de hierro y una violencia desmedida.

En este ‘Far Cry 5’, el jugador encarna a un policía novato que en su primer día de trabajo le toca en suerte la ‘sencilla’ misión de detener a Joseph Seed, el carismático líder de este culto violento que tiene atemorizados a los habitantes de Hope.

Como los de anteriores entregas, Seed es un villano fantástico, a medio camino entre un predicador pirado y el Coronel Kurtz de ‘Apocalipsis Now’, que aparece y desaparece de la trama periódicamente para dar paso a sus hermanos y lugartenientes, a los que deberemos derrotar antes de acabar con Joseph.

Y, una vez más, en el camino es donde encontramos toda la diversión. Armados hasta los dientes y con decenas de vehículos diferentes, sembraremos el terror entre los ‘santitos’, cumpliendo decenas de alocadas misiones en un juego prácticamente infinito.

Esta es, precisamente y junto a un apartado gráfico sensacional, la principal virtud de ‘Far Cry’: su inmensidad. Y de ella se deriva también su principal defecto y, es que, en una aventura tan larga es casi inevitable resultar repetitivo.

La acción en ‘Far Cry 5 ‘es cooperativa. Podremos contratar a prácticamente cualquier personaje que encontremos en el camino, con mención especial a algunos héroes alocados con especialidades diversas: un piloto tocado del ala, una francotiradora de los más precisa o un fiel compañero de colmillos afilados.

Por si fuera poco, el juego también cuenta con un modo ‘arcade’ en el que los propios jugadores pueden dar rienda suelta a su imaginación y crear sus propios mapas para luego competir.

En definitiva, ‘Far Cry 5’ es un juego que no supone una revolución en la saga, pero que hará las delicias de aquellos que disfruten repartiendo plomo en una aventura casi infinita.

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