El Capote: sencillez y producto, no hay más secretos

En este bar de Delicias se apuesta por un recetario tradicional trabajado con productos frescos.

Benito Sarramián, en la barra del bar Capote.
Benito Sarramián, en la barra del bar Capote.
Vanesa Castellano

El Capote es el empeño personal de Benito Sarramián, un hostelero de largo recorrido, por ofrecer una propuesta de picoteo de calidad con un fuerte arraigo en el recetario más tradicional. En el barrio de Delicias, en una ubicación discreta y en un bar que a simple vista no se intuye lo que realmente muestra, El Capote supone toda una invitación al disfrute culinario.

¿Qué tiene de especial? Pues elaboraciones en apariencia tan sencillas como anchoas frescas rebozadas, puerros cocidos aliñados con una vinagreta o el tratamiento que se le da a la casquería. Hay de todo: callos, madejas, lechecillas, sesos, cabezas asadas, manitas… Pero, sin duda, una de las joyas de la casa, por el trabajo que lleva, es la oreja de cerdo. Este despiece se somete a una doble cocción y luego se reboza. Se trata de una materia prima de bajo coste pero cuyo valor añadido crece considerablemente tras pasar por la cocina de El Capote.

Las gambas al ajillo y los mejillones en cualquiera de sus versiones –al vapor, en vinagreta, con mayonesa, picantes, con tomate...– casi nunca faltan. Eso sí, siempre que la calidad de la materia prima supere un listón que se pone alto. En este sentido, el propietario y cocinero de El Capote lo tiene fácil. Cruzando la calle se encuentra Pescados Muñoz, donde se abastece de los productos del mar y puede elegir, al momento, lo que necesita o más le convence.

Es una máxima que se respeta escrupulosamente en este bar. En su amplio recetario, no caben congelados ni precocinados. Aunque bacalao hay casi todo el año, ahora que es la temporada del skrei fresco que llega de Noruega, también está presente para degustar rebozado con un refrito de ajos.

Por encargo se preparan mariscadas, paellas, asados… Y a los escabechados se les tiene mucho cariño: perdices, conejos, liebres, codornices... El muestrario de caza menor es amplio. En este caso, también se recomienda encargar previamente estas elaboraciones. En cuanto a la caza mayor, llega a la mesa en forma de embutidos.

Para animar las mañanas, los conocidos minis para degustar de tres bocados, en este bar se transforman en lustrosos bocadillos para un almuerzo contundente y al precio más que competitivo de 2,50 euros (de 8.30 a 11.00 horas). El bar es pequeño y en sus tres mesas, juntándolas, caben como mucho 16 personas, pero no más. Así que para las citas de grupos conviene reservar.

El Capote

Calle de Asturias, 1. Zaragoza. Teléfono: 618 476 661. Horario: de 8.00 a 16.00 y de 18.30 a cierre. Descanso. Domingo, cerrado.- Ver otros restaurantes recomendados

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