Los zombis y la superviviencia llegan a Metal Gear
Los survival juegos en los que la principal misión es hacer todo lo posible por seguir vivo están de moda y la franquicia Metal Gear ha decidido subirse al carro con el nuevo Metal Gear Survive, un título cuya historia corre en paralelo a las anteriores aventuras de la saga en un universo alternativo al que llegamos a través de un agujero de gusano.
Este mundo desértico está, por supuesto, plagado de zombis, y a ellos deberemos enfrentarnos desde el sigilo y las coberturas característicos de la saga, con un nuevo arco, muy útil para atajar los peligros desde la distancia, o con lanzas y otras armas de melé en el cuerpo a cuerpo.
El apartado gráfico es bueno pero no sorprende, recuerda a los dos anteriores Metal Gear y reutiliza muchos de los escenarios del Ground Zeroes, de hecho usa el mismo motor gráfico que este y The Phantom Pain sin apenas mejoras o modificaciones.
Craftear sin parar
Cazar, recolectar, recoger materiales para comer, beber, sanarse y fabricar armas (craftear) es vital en Metal Gear Survive. De hecho son tareas que el jugador tiene que llevar a cabo de manera tan constante que se vuelven repetitivas y algo tediosas.
El campamento base también es clave para la supervivencia y deberemos gastar recursos en protegerlo de las oleadas de zombis que le atacaran de forma asidua durante toda la aventura.
Además del modo historia que no tiene mucha historia existe un multijugador cooperativo que transcurre en paralelo a la aventura principal y que permite hacer acopio de recursos y experiencia. Lo que recabemos o gastemos en el single player tendrá su reflejo instantáneo en el cooperativo y viceversa.
