'Shadow of the Colossus', un 'remake' Colosal

Los dieciséis titanes de ‘Shadow of the Colossus’ regresan a la PlayStation muy escoscaos en una reedición que nos permite volver a subir a sus hombros para admirar la Tierra Prohibida.

'Shadow of the Colossus' , un 'remake' Colosal
'Shadow of the Colossus' , un 'remake' Colosal
Sony

"Si he visto más lejos es porque estoy sobre los hombros de gigantes", dijo Isaac Newton. De forma literal, es como se sentirán los jugadores de ‘Shadow of the Colossus’ cuando se enfrenten a los titanes que pueblan la Tierra Prohibida; y dicho de forma figurada, es lo que debieron sentir los creadores de este ‘remake’ al rehacer de uno de los mejores videojuegos de todos los tiempos.

En esta colosal aventura encarnamos al aguerrido Wander, que, afligido por la muerte de su amada Mono, carga con su cadáver hasta la Tierra Prohibida, donde suplica a Dormin que la resucite. Pero esta misteriosa deidad en forma de voz atronadora exige a Wander que, antes, derrote a los dieciséis gigantes que pueblan su mundo. Estos temibles Colosos serán nuestros únicos enemigos durante toda la aventura. Dieciséis titánicas criaturas a las que deberemos vencer de dieciséis maneras diferentes, armados, solamente, con una espada mágica, un arco y con la ayuda y única compañía de Argo, nuestra fiel yegua.

La reedición de ‘Shadow of the Colossus’ no es simplemente un lavado de cara, sus creadores han rehecho el juego por completo, poniendo al servicio de la épica la calidad gráfica y la capacidad de detalle de la nueva generación de consolas. Por el contrario, los controles del juego se han mantenido casi intactos y a veces pueden resultar poco precisos. Además, los giros de cámara pueden dar también algún problema en momentos puntuales, pero nada que lastre demasiado la experiencia.

Recorrer los vastos parajes de la Tierra prohibida, con sus llanuras, cordilleras, bosques y desiertos, es una delicia, jugando con el reflejo de la luz del sol sobre la hoja de nuestra espada como guía hacia el próximos gigante al que derrotar.

Pero ‘Shadow of the Colossus’ alcanza todo su esplendor cuando Wander trepa a las espaldas de un coloso, aferrado a su pelaje, y éste trata de zafarse de él revolviéndose. La línea entre el bien y el mal, el héroe y el villano, se difumina a lo largo de la aventura y no será extraño que el jugador sienta pena tras matar a cada una de estas majestuosas criaturas que no parecen haber hecho ningún mal que justifique su sacrificio.

‘Shadow of the Colossus’ no es un juego al uso, es una obra de arte que hará las delicias de quienes ya lo disfrutaron hace más de una década y encandilará a todos los que se aventuren vivir en soledad esta épica historia por vez primera.

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