Siempre se ha dicho que la mayoría de los niños llegan a sus nuevos hogares con un pan bajo el brazo, pero en el caso de los vástagos de Kiko Rivera, estos llegan con una exclusiva de lo más rentable económicamente.

Así ha sido en el caso de su tercera hija, Carlota, que lo convierte en padre de familia numerosa, junto a su hijo Francisco, fruto de una relación fallida con la modelo Jessica Bueno, y la pequeña Ana, la primera que tuvo con su actual esposa, Irene Rosales.

Kiko Rivera e Irene Rosales apenas han tardado quince días en mostrar la imagen de la pequeña, que nació el pasado 30 de enero y que convierte en abuela por cuarta vez a Isabel Pantoja. La cantante salió de su encierro voluntario en Cantora para conocer a su última 'pequeña del alma' que consiguió lo que parecía imposible en los últimos tiempos, que su abuela hablara con los medios de comunicación y les contara lo feliz que estaba con el nuevo nacimiento.

Una alegría que sus padres han querido compartir con el mundo entero, en una exclusiva en la que, entre otras muchas cosas, explican, con todo lujo de detalles, por qué eligieron el nombre de Carlota, la identidad de los futuros padrinos, la reacción de los hermanos mayores o los parecidos físicos de la pequeña.

En este último caso, el padre asegura rotundo: "Desde luego, parece que mis genes son muy fuertes, ya que las dos niñas se parecen mucho a mí, aunque espero que cuando crezcan se parezcan más a su madre".

Mientras las pequeñas crecen, la familia espera la llegada de su tía paterna, Isabel Pantoja Jr, alias Chabelita, que ahora anda un poco mosqueada con el resto de parentela y todavía no ha acudido al hogar de su hermano para conocer a su nueva sobrina. Ambas partes niegan que la sangre haya llegado hasta el río, pero lo cierto es que la joven ha conocido a la niña en un kiosco, igual que los miles de fieles seguidores de la prensa rosa.