La escritora Berta Vias Mahou, quien publica novela biográfica de la fotógrafa Vivian Maier 'Una vida prestada' (Lumen), ha alertado de que "hay mucho de caza de brujas" en los últimos meses respecto a las denuncias surgidas tras el movimiento 'Me too' y recuerda casos "espeluznantes" como el del director de cine Woody Allen.

"No quiero decir que sea mentira 100%, pero es muy difícil probar estas declaraciones y es la palabra de uno contra la de otro. Todos tenemos que ser presuntos sospechosos, pero no delincuentes a la primera de cambio porque otro lo diga", ha señalado en una entrevista la autora madrileña.

Vias Mahou ya firmó en el año 2016 un manifiesto llamado 'Contra la generalización del género' -promovido por la periodista Berta G. de Vega y firmado por, entre otras, la actriz Belén Rueda- en el que decenas de mujeres que se posicionaban en contra del "discurso predominante de una corriente que presenta a las mujeres por defecto como víctimas del heteropatriarcado".

La autora mantiene su postura aunque lamentando que "cualquier cosa que se diga en este tema se malinterprete". "Los hombres y las mujeres tenemos que trabajar juntos y lo que más daño nos puede hacer en general es el victimismo", ha señalado, tras alertar de las "arenas movedizas" en que se mueven quienes opinan de manera contraria.

"Claro que estoy de acuerdo, pero todo tiene un limite que no sea el estar hablando de eso todo el santo día. Creo que Haneke tiene razón: si seguimos por este camino, corremos el peligro de acabar con 'burka'", ha lamentado.

Así, Vias Mahou ha pedido "sacar la justicia" de las redes sociales, ya que "para lo otro están los jueces y son los lugares en los que hay que denunciar". "No se tiene que convertir en una fiebre de contar nuestra pequeña historia de que nos han puesto una mano encima en la rodilla, que tampoco me parece tan dramático", ha resaltado.

Un 'Kafka' de la fotografía

'Una vida prestada' lleva al papel la peculiar historia de Maier, una cuidadora de niños que acumuló a lo largo de su vida cerca de 150.000 negativos de fotografías que tomaba por la calle. "Retrataba la parte cotidiana de la vida, pero identificándose con la gente que sufre y está sola", ha señalado la autora.

Para Vias Mahou, la historia de Maier se podría equiparar a la de otros autores con "una nula disposición para la fama", llegando a hablar de "una especie de Kafka de la fotografía". Con una diferencia, el hecho de que la escritora cree que fue la propia Maier quien "puso el anzuelo" para que sus fotografías salieran a la luz.

Mujer culta, que rechazaba las relaciones sexuales -"soy virgen y lo seré hasta que me muera", llegó a decir- y con "un profundo respeto por el ser humano, con sus manías y defectos", la fotógrafa 'por sorpresa' comenzó en este mundo a los 17 años consiguiendo resultados sorprendentes, justo cuando se estaba produciendo un 'boom' de la fotografía con nombres como Diane Arbus.

Fotografía naif

Uno de los aspectos más curiosos de sus instantáneas es la facilidad para acercarse a los niños y retratarlos en una pose natural. "No creo que ella tuviera nada de infantil o naif. Al contrario, es probable que valorara el mundo de la infancia porque lo comparaba con personas que no están a gusto en un sistema social determinado, en el que lo importante es medrar", ha destacado.

Narrada con la segunda persona, Vias Mahou justifica esta elección en el carácter de la biografiada, "jugando con la mezcla de incosciente y raciocionio". "Maier estaba acostumbrada a lo largo de su vida a mirarse desde fuera con sus retratos, de una manera objetiva, sin pose, y es lo que he intentado hacer", ha concluido.