La alemana Sandra Seilz conoció de primera mano lo que es sufrir un intento de agresión sexual cuando salía a correr por las calles de su ciudad. Este hecho, que marcó un antes y un después en su vida, fue el origen de una creación con la que evitará que otras mujeres experimenten, como ella, un intento de violación: Los 'Safe Shorts'.

Se trata de una marca de ropa deportiva fabricada para resistir rasgaduras y cortes y que está disponible en dos modelos: 'culotte', por 89 euros y 'short', por 149.

Los pantalones llevan incorporados en su cintura un cordón ajustable imposible de cortar y que se asegura con un candado codificado y están provistos de un sistema electrónico que emite una alarma de 140 decibelios si alguien intenta manipularlo o bajar bruscamente el pantalón.

La primera tanta de los 'Safe Shorts' ya se ha agotado, aunque la empresa ha asegurado que fabricarán más. Los países que más demandan esta prenda son Suecia, Noruega, España, Estados Unidos y Australia.

Sin embargo, su alto precio hace que sean inaccesibles en otros países con peores condiciones económicas, por lo que la creadora ha trasladado la producción de las prendas a la India para abaratar sus costes y que más mujeres puedan hacerse con ellos.