Los viernes se permite jugar con los libros

Las portadas de los libros sirven para jugar. Eso pensó hace unos años Morgan Holzer, una trabajadora de la Biblioteca Pública de Nueva York, que quiso buscar una forma divertida de acercar la lectura a la gente.

Para ello, se fotografió con la tapa de una novela, de manera que la imagen encajaba perfectamente con el entorno, en un curioso efecto visual. Lo que en principio no era más que una foto simpática triunfó en las redes sociales y el poder multiplicador de estas hizo el resto. A partir de entonces, miles y miles de personas han copiado la idea y se han sumado a este juego. La mayoría, empleados y usuarios de bibliotecas de todo el mundo, que cuelgan sus creaciones en Instagram, en Twitter y en Facebook. 

La denominación que agrupa a todas es #bookfacefriday (viernes de cara de libro, en inglés), porque los viernes es el día elegido para mostrar los montajes y subirlos a internet, en un divertimento prefindesemanero. Solo en Instagram, la etiqueta #bookfacefriday acumula casi 44.000 imágenes, y entre ellas hay aportaciones de bibliotecas de casi todo el mundo.

Lo que empezó, además, con fotos un poco casuales se ha ido sofisticando y ahora es fácil ver que algunas de las fotos han requerido mucha preparación para que el resultado sea tan espectacular como se aprecia.

Si los departamentos de diseño de las editoriales trabajan para elegir la mejor portada para sus libros, convencidos de que una buena tapa es un reclamo para captar lectores, el #bookfacefriday da un paso más y hace que las novelas resulten casi irresistibles. Y si no, miren estos ejemplos: