La vicepresidenta del Gobierno, Soraya Sáenz de Santamaría, sorprendió hace unas semanas al aparecer con unas gafas de aviador que causaron furor en las redes sociales.

Se trataba de unas lentes metálicas que, por su estilismo, acaparaban las miradas de todos, lo que llevó a la dirigente a explicar que el uso de este complemento era fruto de una conjuntivitis vírica que padecía a causa de su hijo pequeño, de seis años.

"El niño la trajo a casa. A él le ha durado una semana y a los padres un mes", explicaba en una entrevista concedida a Telecinco.

Una vez superada la conjuntivitis que le pegó su hijo, la vicepresidenta del Gobierno ha dejado de usar las comentadas gafas que tanta sensación han causado en redes sociales.

Esta, sin embargo, no es la primera vez que Santamaría recurre a ellas y los óculos acaban convirtiéndose en objeto de análisis. Hace dos años, la dirigente del Partido Popular apareció en una rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros con unas enormes gafas de pasta negras que también llevó un tiempo por una cuestión médica, según indicó en su día.