¿Por qué las espinacas dejan una sensación rara en los dientes?

La boca se queda aspera y no mejora ni siquiera tras usar cepillo y dentífrico.

Deliciosas en ensalada, las espinacas son una verde fuente de vitaminas.
Deliciosas en ensalada, las espinacas son una verde fuente de vitaminas.

En inglés hay hasta una expresión que la describe, 'spinach teeth' (dientes de espinaca). En español no hay tal término, pero cualquiera que haya comido espinacas crudas alguna vez reconoce esa sensación áspera que las hojas dejan en los dientes y que cuesta mucho hacer desparecer.

El responsable de ese efecto es uno de los componentes de las espinacas: el ácido oxálico. Al masticarlo, se mezcla con el calcio de la saliva y con el que también tiene esta verdura y se genera así una reacción química que forma oxalato de calcio. Esos microscópicos cristales se reparten por toda nuestra boca, se pegan a los dientes y hacen que notemos esa película pastosa. Además, el oxalato de calcio se disuelve muy mal en el agua, por lo que la sensación no desaparece cuando bebemos o cuando nos cepillamos los dientes.

El hecho de que no se funda en el agua tiene otro inconveniente: el calcio llega casi intacto a los riñones y, en personas con problemas previos o si se consumen espinacas en exceso, puede provocar cálculos renales.

Las espinacas no son el único alimento que contiene ácido oxálico -también está en el chocolate, el té o las fresas-, pero las verdes hojas de esta verdura lo tienen en una cantidad mayor.

Por eso, y para evitar la aspereza en la boca, podemos recurrir a un truco: aliñar la ensalada con zumo de limón, ya que la vitamina C ayuda a disolver los molestos cristales de oxalato. La sensación no desaparecerá, pero será un poco menos intensa.

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