Por qué tienes que cantar con tus hijos

Sabías que cuando cantas canciones, por ejemplo en el coche, no solo entretienes a tus hijos, sino que, además, les estás transmitiendo una buena parte de tu patrimonio cultural? Pues, sí. Y, si no, analiza detenidamente tu repertorio... Seguro que más de la mitad te las cantaban ya tus padres o tu abuela.

Buena parte de las canciones infantiles –como los cuentos–, se nutren de la temática tradicional de cada cultura: costumbres, animales de la zona, parajes naturales, historias y leyendas con sus seres fantásticos..., hasta el clima.

Activa su memoria

Además, está demostrado que enseñarles canciones adecuadas para su edad, desde pequeños, activa su memoria y les ayuda a desarrollar capacidades relacionadas con el proceso cognitivo, facilita la comunicación y fomenta su sensibilidad. Por no hablar de la concentración, la atención y del aprendizaje de otras lenguas: la mayoría de los niños, lo primero que aprende en otro idioma, por ejemplo, en inglés, es una canción; y muchísimos adolescentes se aproximan a la lengua de Shakespeare atraídos por las letras de las canciones de los grupos musicales de moda.

Sentido musical y motivación

Dicho lo dicho, no hace falta, pues, ser un barítono o una gran diva para propiciar situaciones y experiencias –si son en familia mucho mejor–, que nos permitan cantar canciones y desarrollar el sentido musical de nuestros hijos. Como tampoco es necesario estar todo el día escuchando a los grandes maestros de la música clásica para alimentar nuestra sensibilidad. Lo importante, como argumentan los especialistas, no es el resultado sino la motivación, y esta puede llegar de muchas maneras.

Tu propio cancionero familiar

Entonces, ¿por qué no proponer un tema divertido y entre todos componer una canción, partiendo ya de una música conocida? Uno empieza, el otro sigue... Además del oído habrá que afinar a tope la coordinación y la imaginación, ¡que no es poco! Después, podéis grabarlo y escucharlo cuantas veces queráis; el siguiente paso, puede ser atreverse a componer la música de la canción. También podéis aprovechar para elaborar el cancionero propio familiar –imagínate: ‘Pérez’s songs’–, escribiendo la letra de las diferentes canciones aprendidas, clasificándolas según sus argumentos, el autor, su estilo musical... y así, de paso, ejercitamos la escritura. Y,desde luego, si os adentráis en esta experiencia musical, lo que no puede faltar es vuestra propia canción familiar. ¿Quién sabe... igual hasta triunfáis y todo? En You Tube, todo es posible.