Cómo elaborar un jabón casero de almendras

La almendra dulce es muy utilizada en la cosmética debido a su amplia lista de propiedades. Este fruto seco, es rico en antioxidante, en vitamina E y contiene muchos nutrientes esenciales.

En estética, se suele utiliza, además de para hidratar, por sus propiedades antiinflamatorias, para atenuar las manchas cutáneas y reducir la apariencia de las arrugas. Una sencilla manera de disfrutar de todas ventajas que ofrecen las almendras es a través de los jabones naturales. El jabón de almendras dulces es suave y cremoso. Además, está indicado para pieles secas y sensibles.

Este producto se puede elaborar de forma sencilla. Para sus preparación se necesitará:

300 gramos de aceite de oliva virgen. 175 gramos de aceite de coco. 120 gramos de agua. 60 gramos de sosa cáustica. 50 gotas de aceites esenciales (según gustos). Dos cucharadas de aceite de almendras dulces.Lo primero que hay que hacer es mezclar la sosa cáustica con agua. Dependiendo si se va a usar el jabón para el rostro o, simplemente, se quiere destinar para el hogar; es importante mantener unas proporciones de seguridad. Al mezclar la sosa cáustica con agua, la mezcla se calentará. Hay que dejar que se vaya enfriando, hasta que se iguale a la temperatura del aceite de oliva. Nunca se deben mezclar demasiado caliente.

A continuación, se mezcla el agua, la sosa y el aceite de oliva. Después se añade el aceite de coco. Para conseguir una mezcla homogénea se puede utilizar la batidora. Al principio, se comienza a batir a una velocidad baja y poco a poco se empieza a incrementar. El objetivo es que líquido comience a adquirir un aspecto similar al de la mayonesa.

Una vez la mezcla tenga la consistencia adecuada, es momento de echar el aceite de almendras. Y para darle un aroma más agradable, se puede añadir unas gotas de aceites esenciales. Para finalizar con el jabón, se vierte en un molde y se deja enfriar durante 48 horas.