15 consejos si sales a coger setas

El otoño es tiempo de salir al monte a buscar setas. Aunque la escasez de lluvia no pronostica una buena temporada, sigue siendo una buena manera de disfrutar de la naturaleza en compañía. Para que resulte una experiencia feliz, conviene tener en cuenta estas recomendaciones.

Unos sencillos consejos harán que la jornada discurra sin problemas.
Unos sencillos consejos harán que la jornada discurra sin problemas.
Heraldo

Estas son unas breves reglas que debemos seguir para disfrutar de una jornada tranquila si salimos a recoger setas al monte:

1. No usar rastrillos. Se recurre a este utensilio para buscar los rebollones, ocultos entre las hojas caídas, levantando el mantillo que los cubre. Esto deja el bosque inútil. Al revolver y airear la capa de humedad, se mueve el micelio, que es la parte del hongo que queda en tierra, y se reseca y se estropea. Eso impide que ese año, y quizá en los sucesivos, dé más hongos.

2. Corte a navaja. La reglamentación aragonesa impone recoger "exclusivamente con una navaja, cortando la seta con cuidado de no remover tierra ni cubierta". Esta regla tiene su excepción: los ejemplares recolectados con fines de estudio. En ese caso se permite coger el pie entero, con un límite de tres unidades.

3. Evitar excursiones masivas. El suelo resiste una determinada cantidad de pisoteo, demasiada gente pisando repetidamente la zona musgosa degrada el terreno.

4. Las setas no son balones. Y no se les da patadas cuando vamos paseando por el campo. Aunque pueden volver a brotar, se eliminan las partes productoras de esporas, que son las que aseguran la continuidad.

5. Ni muy viejos ni muy jóvenes. No conviene coger ejemplares demasiado pequeños porque rendirán más en el futuro, y tampoco viejos, porque son indigestos y además son los principales productores de esporas y los que las diseminan por el medio.

6. No coger cantidades excesivas. La ley permite un máximo de tres kilos por persona y día. Demasiada presión hace que no dé tiempo a que se realice la reproducción. Cuidado con esquilmar el monte. Las setas acumulan todo lo que tiene el terreno y el aire: plomo, contaminación atmosférica… También plaguicidas o fitosanitarios de los cultivos.

7. Si no se conocen, coger pocas. No es recomendable coger una seta si no se sabe cuál es. Pero si recogemos alguna, que sea poca cantidad para que no "cuele" alguna mala por confusión con las demás.

8. Prohibido fumar. No es recomendable ir fumando mientras se recoge setas, por el riesgo de incendio en el monte, algo que acabamos de sufrir tristemente en la península.

9. Llevar ropa y calzado adecuado. Las condiciones meteorológicas a veces son adversas. No hay que fiarse de que la mañana haya salido agradable.

10. Cuidado con la orientación. Buscando setas es fácil perder el rumbo porque se va mirando al suelo. Por eso, hay que conocer muy bien el terreno y, si no es así, tener la precaución de no alejarse de los caminos o, al menos, tomar referencias. El GPS es una gran ayuda, incluso algunos programas van guardando "nuestra huella" en el recorrido de pantalla, pero hay que tener en cuenta que pierde referencias cuando nos introducimos por desfiladeros o nos tapan las montañas, y que, a veces, al estar metidos en zonas boscosas, el satélite no "lee" bien nuestra presencia.

11. No meterse en terrrenos peligrosos. Precaución con los barrancos, pero también con otros terrenos: algún aficionado ha salido corneado por los toros en una dehesa. Cuidado también con los jabalíes o con los ciervos. Acercarnos a un hermoso "bambi" puede traer graves consecuencias en cuanto se dé cuenta la madre.

12. No salir solo. Nadie está libre de una caída o una torcedura de tobillo, por eso es mejor no salir al campo solo si no acompañado de otras personas. Si vamos solos, al menos dejar dicho a qué zona se va.

13. Pedir ayuda. Son muchos los seteros que salen al monte con su móvil, por si es necesario llamar al 112. Otro sencillo mecanismo puede ser de gran ayuda en una emergencia: el silbato. En el monte, entre árboles y arbustos, alejarse 100 metros es no ver a nadie. El sonido de un silbato puede propagarse hasta los 300 metros.

14. Usar bastón. Meter la mano en cualquier sitio sin mirar puede acarrear una picadura de avispa o una mordedura de serpiente. Es conveniente ir provisto de un bastón para apartar las ramas.

15. No todo está en los libros. Setas hay muchas y es difícil que una guía las contenga todas. Pero puede ser útil para identificar los ejemplares y saber si son tóxicos o no. No hay que mirar únicamente las fotos, sino leer toda la información que aparece en el libro: hábitat, época, características… son datos que ayudarán a asegurarnos la identificación. Para aprender conviene visitar exposiciones, salir con grupos micológicos, participar en jornadas divulgativas…

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