Tercer Milenio

En colaboración con ITA

La fotografía de la curiosidad es un eclipse perfecto

El día 21, la sombra de un eclipse total cruzará EE. UU. El rastro de las búsquedas sobre él en Google calca su trayectoria.

Búsquedas en Google sobre el eclipse total de sol
Búsquedas en Google sobre el eclipse total de sol

El lunes 21 de agosto tendrá lugar un nuevo eclipse solar total. Nada nuevo (bajo el sol). Al fin y al cabo se producen de media dos eclipses de este tipo cada tres años, siempre coincidiendo con un periodo de luna nueva, el momento en el que el sol ilumina únicamente su cara oculta.

(¿Por qué no hay uno al mes, cada vez que la luna completa un giro sobre la Tierra?)

Pero sí que hay cosas nuevas. Una es que su sombra cruzará todo Estados Unidos, por lo que ya se anticipa que será “el más fotografiado de toda la historia”. (En España llegará de forma parcial sobre todo a Canarias, pero también a la parte oeste de la península). Otra novedad resulta de superponer la que será su trayectoria con la de las búsquedas que se han hecho en Google sobre él en las últimas semanas. Esta es la imagen:

La fotografía de la curiosidad es un eclipse perfecto

Si el negro representa los lugares donde más veces se ha consultado el término 'eclipse', el resultado es una franja descendente de Oeste a Este que calca casi con total exactitud el camino que 'realmente' seguirá. Compruébelo según la predicción de la NASA:

La fotografía de la curiosidad es un eclipse perfecto

Es decir, no es que las búsquedas 'predigan' su trayectoria (esta se conoce de antemano), pero sí sucede exactamente lo contrario: el camino del eclipse marca y delimita la curiosidad que despierta. Y esta lo calca y antecede. Demuestra, o al menos apunta, a que lo que más nos interesa es lo que más nos atañe.

El cono de sombra proyectado abarcará una franja de unos 100 kilómetros y viajará hacia el este a unos 3.000 km/h. Por encima y por debajo de esa proyección el eclipse dejará de ser total y pasará a ser parcial, reduciéndose paulatinamente la proporción del sol cubierta por la luna. Y disminuyendo, casi proporcionalmente, la atención despertada. Es decir: el interés reproduce la intensidad que el cono de sombra dejará en el mapa.

El eclipse total es lo que ahora atañe.

Las búsquedas

Así lo ha comunicado Google y así lo recogen en un artículo en 'The Washington Post', donde además mencionan algunas de las búsquedas más populares. Por ejemplo, los usuarios buscaron cuál iba a ser el horario y la trayectoria del eclipse y, aunque allí no lo dicen, seguro que encontrarían algo parecido a esto:

Tendrá lugar el lunes 21 de agosto. Empezará a cubrir la costa oeste de los Estados Unidos un poco después de nuestras 7 de la tarde (sus 10 de la mañana) y abandonará la costa oeste hora y media después (se puede seguir en 'streaming' en la página de la NASA aproximadamente desde nuestras 7 de la tarde). En general, la ocultación total durará poco más de un minuto en cada punto. Los usuarios en España seguramente buscaríamos y encontraríamos que aquí podrá verse a partir de las 20.44, especialmente en la zona oeste de la península, aunque de forma muy parcial (apenas cubrirá un 10%). El mejor lugar para verlo serían las islas Canarias, donde tapará hasta el 40% del sol hacia las 19.50. También buscaron cómo debían hacer para verlo, y encontrarían algo como esto:La única opción para contemplarlo directamente de forma segura es usar gafas o filtros solares especiales, acreditados para tal uso. Solo podrían retirarse en el preciso momento en que el eclipse es absolutamente completo. Y de ninguna forma servirían gafas de sol o radiografías, ni tampoco observarlo a través de cámaras, prismáticos o telescopios.

Y aunque no lo dice seguramente también buscaron información sobre cómo se produce un eclipse, y encontrarían algo parecido a esto:Un eclipse solar se produce cuando la luna se interpone en el mismo plano entre la Tierra y el sol. Eso solo puede suceder en la fase de luna nueva, el periodo en que el sol, que se encontraría tras ella, ilumina completamente su cara oculta (y en el que no podemos ver nada de su cara visible).

Hay una luna nueva cada poco más de 27 días.

Entonces:

¿Por qué no hay uno al mes, cada vez que la luna completa un giro sobre la Tierra?

Porque la órbita de la luna está desplazada unos cinco grados con respecto a la que la Tierra sigue alrededor del sol. Esto hace que, en la mayor parte de fases de luna nueva, esta se encuentre un poco por encima o por debajo del plano entre nosotros y el sol. Y eso hace que a veces haya eclipses totales (al menos en alguna franja de la Tierra) y que a veces sean solo parciales (también los hay anulares, si en ese momento la luna está alineada pero no se encuentra lo suficientemente cerca y no tapa completamente la circunferencia).

Es decir, para que haya un eclipse solar debe haber luna nueva, pero no basta con que sea luna nueva para que haya un eclipse solar.

Eso sí, hay al menos dos eclipses solares cada año, aunque puede haber hasta cinco. Y, de media, cada tres años suceden dos eclipses totales.

Pero normalmente hay que esperar unos 300 años para que un mismo lugar vea un eclipse total.

(En España el siguiente será en 2026.)

Quizás también buscaron algo sobre los mitos que rodean a los eclipses, y encontrarían cosas como estas. Que en muchas culturas se interpretaban como animales o fieras tratando de devorar al sol. Lobos según los vikingos, un dragón para los chinos. Que solían temerse como presagios de catástrofes o indicios de guerras. Que los chinos o los mayas celebraban ceremonias para protegerlo del ataque (que, con un poco de paciencia, siempre tenían éxito).Que si las embarazadas lo miraban directamente, sus hijos nacerían con manchas y deformaciones.

Que aún hoy circulan teorías afirmando que el lunes es el presagio del fin del mundo. Que este tendrá lugar en septiembre, cuando choque contra nosotros el (imaginario) planeta Nibiru.

Ojalá encontraran que todo esto es, obviamente, falso.

Del eclipse a las infecciones

Todo eso que buscaron quedó registrado de forma más o menos anónima. Los datos se aprovecharon para la foto de la curiosidad, pero también pueden servir como una herramienta de salud pública. Así lo intentaron desde las propias oficinas de Google para predecir, en este caso sí, los picos de gripe. A partir de algoritmos sobre las búsquedas individuales que hacía la gente, un programa nacido en 2008 aseguraba poder anunciarlos con hasta dos semanas de anticipo. En general se basaba en la búsqueda de síntomas (aunque el funcionamiento exacto nunca se supo): cuando estos empezaban a aparecer, la gente los buscaba en la red (la curiosidad por lo que atañe, ¿recuerdan?). Y funcionó en un principio, aunque fue perdiendo eficacia hasta fracasar estrepitosamente en 2013.

Ese programa, Google Flu, fue abandonado, pero la idea se mantiene. Una evolución independiente —más completa y capaz de recalibrarse— parece ser más eficaz que la original. Esta nueva versión, llamada ARGO, puede ser también útil cuando se adapta a la predicción de picos de dengue, una enfermedad transmitida por mosquitos. Y programas similares tratan ya de anticiparse a nuevas epidemias de Zika —transmitida por los mismos insectos—, lo que serviría para tomar medidas precoces y más eficaces.

(La propia empresa Google, independientemente de las búsquedas y a través de su división biológica, planea un proyecto piloto para aplicar directamente en el 'mundo real'. Liberará en California millones de mosquitos portadores de una bacteria —inofensiva para nosotros— que reduce la fertilidad de las poblaciones de insectos y la transmisión del virus).

Veremos con el tiempo cómo funcionan esos modelos.

En este, la foto de la curiosidad fue la de un eclipse perfecto.

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