El 'boom' de la manicura arrasa en Aragón

La gran demanda de manicuras y pedicuras hace que algunos locales de Zaragoza estén dando cita para dentro de 15 días.

Arreglarse las uñas no es una moda actual. Sin ir más lejos, el esmalte fue inventado en el año 1924 aunque existen referencias de decoración de uñas que nos trasladan hasta el antiguo Egipto. Sin embargo, hoy en día se han creado nuevas tendencias, colores y elementos decorativos que nada tienen que ver con la moda de antaño.

“En Zaragoza se mantiene una vertiente muy clásica y fiel a los rojos y a la manicura francesa, y otra protagonizada por la gente joven que se decanta por colores más llamativos”, explica Lara Espinosa, gerente de Nails Factory, un local ubicado en la calle San Miguel 37 y especializado única y exclusivamente en manicura y pedicura.

Abrieron sus puertas hace tan solo ocho meses y ya están dando citas con dos semanas de tiempo debido al gran número de llamadas que reciben cada semana. “La temporada más fuerte va de abril a mayo, debido a las bodas y comuniones y al calor que hace que la gente luzca más los pies y las manos”, asegura. En cuanto al perfil, la mayoría de clientes son mujeres de entre 25 y 45 años, aunque hay de todas las edades, y cada vez más hombres.

En su caso, en tan solo media hora puedes lucir unas manos (o pies) perfectos por 9.90 euros si se trata de esmaltado -6 euros si se incluye lima- o 21.90 si se solicita alguna forma de uña concreta –es decir, Stiletto de acrílico o gel-. “Se trata de un boom que comenzó hace un par de años y que guarda relación con la aparición de clientes que buscan algo más que una cuestión meramente estética”, añade.

Por ejemplo, Olga (42) y Susana (13) se colocan uñas stiletto de color rojo, gracias a las cuales han dejado de morderse las uñas. “Llevaba toda la vida sin poder corregirlo hasta que utilicé este método que permite que la uña crezca por debajo del acrílico”, resume.

Claudia, zaragozana de 20 años, lleva desde los 18 haciéndose la manicura una vez al mes. “Me parece muy higiénico y creo que es algo en lo que la gente siempre se fija”, afirma. Teresa (52) también clienta habitual del local, se decanta por una manicura francesa en esmaltado permanente “por la rapidez, la comodidad y sobre todo lo que dura”, asevera.

Brillantes, piercings de uña, purpurina, tiras decorativas, tachuelas, sellos o incluso dibujos a mano alzada forman parte de la completa variedad de estilos que, sumadas a la cantidad de colores que hay en el mercado –hay casas con más de 4.000 distintos-, convierten cualquier uña en “un lienzo en blanco en el que casi cualquier cosa es posible”, como explican Rosa Escobar y Merche García, responsables de Depiline, local ubicado en la calle San Vicente de Paúl desde hace 7 años.

En su caso, se dedican a todo tipo de tratamientos de estética, depilaciones, manicura y pedicura e incluso masajes. Sin embargo, aseguran que el cuidado de las uñas “es uno de los más demandados”. “Es algo que siempre se ha hecho, pero que ahora se pide más y cada vez gente más joven y más mayor así como muchos hombres”, explican.

En su opinión, el cambio vino dado a raíz de la aparición de los esmaltes permanentes allá por el año 2011. “Esto supone un antes y un después, ya que antes la gente que lo hacía para una cita concreta, ahora dura mucho más tiempo, es más rápido y la gente busca momentos para cuidarse y quererse”, concretan. En su local, el esmaltado permanente tiene un coste de 16.50 y serían 4.90 euros más si se incluye el tratamiento de manicura completo. “Se fija con unas lámparas y hay que venir a cabina a retirarlo por 5 euros más. Existe un intermedio entre el tradicional y este que se puede quitar en casa y cuesta 10 euros”, añade Escobar.

Calaveras, magdalenas o renos

Renos, caras de Papá Noel y otros motivos navideños, manchas de leopardo, magdalenas o calaveras mexicanas e, incluso, trozos de sandía. Estos son algunos de los dibujos más curiosos que han pedido en los locales de la capital aragonesa. “También se lleva mucho pintarse las uñas de varios colores, incluso una de cada, o la francesa con decoración, es decir, en negro u otros colores en lugar del tradicional”, concluye Escobar.

En el paseo Fernando el Católico se ubica D-Uñas, otro establecimiento especializado en manicura y pedicura y regentado por Ángeles Scapini desde el año 2010. “Nos hemos especializado en las uñas esculpidas en gel y acrílico que es, junto al esmaltado permanente, lo más solicitado", asegura. Su precio oscila entre los 38 y los 40 euros.

En su establecimiento cuentan con más de 100 colores de esmalte permanente a elegir, y con un nuevo concepto de manicura, que es, pintarse las uñas en grupo: “Se llama ‘Party’ y lo eligen en eventos como bodas o despedidas. Vienen, beben cava y se disfrazan aquí”.

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