'Comerse el tarro' está de moda

La gastronomía y la cocina son campos en constante innovación y creación. Pero no se trata solo de asuntos de alta cocina, y es que la última tendencia sana ha llegado a las cocinas de los hogares para quedarse.

El ingenio se agudiza en aquellos que deben comer de 'tupper' en el trabajo o por sus quehaceres diarios. Por norma general se solía pensar que comer en esos recipientes no era saludable ni equilibrado. Pero se ha demostrado que comer en 'tupper' no está reñido con comer sano.

Sin embargo, la nueva tendencia desterra los 'tuppers' al fondo del armario para dejar paso a los tarros de cristal. Estos recipientes permiten coloridas elaboraciones, uno de sus grandes atractivos, tanto, que las fotografías en als que aparecen abundan en las redes sociales. Pero sus beneficios van más allá de la estética.

El transporte de la comida en estos tarros es cómodo y puede saborearse en cualquier lugar. Además, ofrecen una comida completa y saludable, por los alimentos que permite.

Para elaborarlos de forma correcta, hay que tener en cuenta una serie de consideraciones:

Orden de capas: los ingredientes acuosos tienen que colocarse en la base. Las hojas, lo más cerca posible de la tapa. Es recomendable dejar el aliño para el momento en el que vaya a consumirse, para alargar su conservación.  Mezcla de sabores: en un mismo tarro, mezclar alimentos ácidos, dulces, amargos  y salados par que el apetito quede saciado.  Esterilización: después de cada uso, es recomendable esterilizar la jarra para eliminar los restos de comidas y bacterias de la elaboración anterior.  Ingrediente crujiente: lo más recomendable es incluir diferentes texturas en la elaboración para que el cuerpo quede saciado.  Eliminar aire: si quedara aire, se podrían perder las vitaminas de los alimentos y crear bacterias.  Siempre en la nevera: no debe darle la luz ni las altas temperaturas al tarro para que no perjudique a los alimentos.