Hábitos saludables de higiene personal para los más pequeños de la casa

Los niños no solo deben disponer de todos los útiles necesarios para su aseo personal: jabón, cepillo de dientes, peine, toalla... también tienen que sentirse responsables de ellos.

Conviene que se cepillen los dientes después de cada comida, pero es esencial hacerlo antes de ir a la cama y después de desayunar.
Conviene que se cepillen los dientes después de cada comida, pero es esencial hacerlo antes de ir a la cama y después de desayunar.
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Si la influencia de la familia siempre es importante, en el caso de que nuestros hijos adquieran ya desde pequeños unos hábitos saludables firmes en el cuidado de su higiene personal es absolutamente imprescindible. “El niño tiende a hacer aquello que ve y difícilmente logrará que esos buenos hábitos -y no solo en el campo de la higiene- pasen a formar parte de su estilo de vida si su entorno familiar, con su actitud y su comportamiento, no contribuye a ello”, afirma el pediatra Pedro Orós. “El niño -continúa el pediatra- debe disponer de todos los útiles necesarios para su aseo personal -jabón, papel higiénico, cepillo de dientes, peine, toalla...- y además sentirse responsable de ellos. Orós también explica que conviene no recurrir a determinados conceptos tales como: la limpieza es buena y la suciedad es mala y provoca enfermedades; “es mejor demostrar al niño que tener una buena higiene personal es algo muy agradable y no una obligación que hay que cumplir”, dice. Nuestra responsabilidad como adultos, insiste, “es ayudarles a vivir en un ambiente con condiciones higiénicas adecuadas, pero no solo en casa, sino en todos los lugares donde transcurra su vida y realice sus actividades, como el colegio, centros deportivos...-”. Y, para ello, nos hace algunas recomendaciones a la hora de abordar el tema de la higiene en la infancia.

El cuidado de la piel, fundamental

La piel es la primera barrera que nuestro organismo tiene para defenderse de las agresiones exteriores del medio. Los niños deben ducharse, al menos, tres o cuatro veces por semana y diariamente en verano. El baño, además de mantener la piel limpia e íntegra para cumplir su misión de barrera, desempeña una función estimulante y ayuda a la musculación del niño; también actúa como un buen relajante para dormir mejor. En niños menores de 3 años son muy recomendables los jabones neutros -que no agreden la piel-. Utilizaremos, preferentemente, las manos para aplicarlos, pero, ¡ojo!, si se usan manoplas o esponjas hay que utilizar siempre la misma para cada niño. En los menores de 2 años o niños con especial sensibilidad en la piel seria conveniente usar después del baño alguna crema hidratante. Si se aplican desodorantes -en niños mayores, por supuesto- estos no deben ser antitranspirantes, para que no impidan la sudoración y sus beneficios.Manos y uñas, bien limpias

Las manos son el principal vehículo de transmisión de gérmenes y deben lavarse con agua y jabón siempre que estén sucias, pero también: Al levantarse de la cama. Después de tocar animales o de haber estado en contacto con posibles fuentes de contaminación, como por ejemplo la tierra, con la que tanto les gusta jugar,  y, por supuesto, después de ir al baño. Antes y después de las comidas. Las uñas, por su facilidad para acumular la suciedad, deben mantenerse limpias y cortas, sobre todo en niños pequeños. Al crecerles tan rápido, deben cortarse una o dos veces por semana, ya que, además, a esta edad tienden a chuparse los dedos. Estos hábitos y rutinas deberían comenzarse entre los 12 y 18 meses.Los dientes, sin pasta al principio

Es importante introducir el hábito de lavarse los dientes desde edades muy tempranas, a partir de los 18 meses, utilizando el cepillo, al principio, sin crema. A partir de los 3 años, ya podemos utilizar pasta de dientes especial para niños. Conviene que se cepillen los dientes después de cada comida, pero es esencial hacerlo antes de ir a la cama y después de desayunar. El cepillado, supervisado por un adulto, sobre todo, en los más pequeños, ha de hacerse desde las encías hacia los dientes, con pequeños movimientos circulares por fuera y por dentro.El cuidado de los pies

Conviene lavarlos diariamente -más en épocas de verano- para evitar el olor desagradable que causa la sudoración y la formación de lesiones en la piel, principalmente ampollas y durezas. Las uñas de los pies hay que cortarlas, preferentemente, después de la ducha o baño. Muy importante: los niños deben usar zapatos cómodos, de materiales naturales y adecuados al tamaño del pie. Si les vienen muy grandes, pueden provocar torceduras; y si son estrechos, callosidades y deformaciones.

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