Tercer Milenio

En colaboración con ITA

Lo que un pincho de tortilla dice de ti (II)

Empezar por lo más rico o, por el contrario, reservarlo para el final dice mucho de tu personalidad. ¿Lo comprobamos? No olvides contarnos cuál ha sido el resultado. Sortearemos un libro de divulgación entre los participantes.

¿Cómo te comes el pincho de tortilla?
¿Cómo te comes el pincho de tortilla?
Heraldo

A finales del pasado mes de marzo, y aprovechando la Pascua y la costumbre global de comer figuras de chocolate, el journal de medicina 'The Laryngoscope' publicaba un estudio tan irreverente como irrelevante que ponía de manifiesto, entre otras conclusiones igual de prescindibles, que el 59% de la población empieza a comer el conejo de chocolate de Pascua por las orejas y solo el 4% lo hace por la cola o por las patas.

Un estudio que, no obstante, de inmediato, cautivó y puso en marcha la maquinaria de la 'foodología'. Esto es, la disciplina -no se me ocurre catalogarla de ciencia-, fundada por la experta en psicología y nutrición Juliet A. Boghossian un par de décadas atrás, que vincula el modo en que comemos -nuestras preferencias, actitudes, elecciones, etc.- con rasgos de la personalidad.

Así, apenas unos días después aparecía otro artículo que relacionaba por dónde se empieza a comer el conejo en cuestión con la forma de ser:

Los que primero dan buena cuenta de las orejas -la mayoría- son individuos que se amoldan y se adaptan con facilidad y a los que no les gusta complicarse la vida; optan por la solución más sencilla y cómoda. O dicho de otro modo, personas que se dejan llevar antes que tomar la iniciativa y que se sienten muy cómodas en su zona de confort, por lo que no están interesadas en explorar otras alternativas.

Por el contrario, los que comienzan por las patas –la parte más dura- son los individuos a los que les gustan los retos y desafíos, dispuestos a ponerse a prueba y a explorar sus límites.

Finalmente, los que atacan primero la cola son personas a las que les gusta destacar y ser el centro de atención.

En este sentido, son numerosos los estudios de esta naturaleza que exploran cómo las distintas personalidades se enfrentan a los alimentos. O, desde el ángulo contrario, cómo la forma de atacar una comida refleja aspectos de nuestra personalidad.

Sin ir más lejos, a finales del año pasado, la fundadora Juliet Boghossian, presentaba su último estudio, centrado en la forma de comer un 'frosting cupcake'. No una magdalena cualquiera, sino una de esas 'revisiones' de la original que han conquistado el mundo anglosajón y donde el bizcocho está coronado por una empalagosa capa de crema o similar y que al parecer es la mejor parte. Pues bien, el empezar por lo más rico, la corona, o por el contrario reservarlo para el final dice mucho de ti. (Los resultados se exponen al final del texto a fin de no condicionar vuestra respuestas al experimenten)

¿Por qué un frosting cupcake? Personalmente creo que porque en el universo gastronómico anglosajón no se estila el clásico pincho de tortilla patria –ellos se lo pierden-. Por fortuna, en España sí. Gracias a lo cual podemos efectuar un sencillo y apetitoso experimento análogo, para confirmar, matizar o refutar las conclusiones del citado estudio. Un experimento que, por otra parte, se recomienda llevar a cabo compartiendo el susodicho pincho con amigo/s a fin de que los resultados resulten lo más fiables posibles.

Responde al siguiente y escueto cuestionario:

1. ¿Por dónde empiezas a comer el pincho de tortilla?

Por la punta. Por el borde.2. Señala (o mejor aún, que lo hagan tu/s amigo/s que son los que mejor te conocen) con cuáles de los siguientes rasgos te identifican:

Ansioso. Calculador. Constante. Controlador. Creativo. Disciplinado. Egocéntrico. Extrovertido. Honesto. Impulsivo. Ingenioso. Inseguro. Introvertido. Leal. Metódico. Narcisista. Obsesivo. Organizado. Perfeccionista. Práctico.

Cuéntanos tus resultados a través de los comentarios a este artículo o escribiendo a milenio@heraldo.es. ¿Por qué crees que comes así los pinchos de tortilla? ¿Crees que puede tener alguna relación con tu forma de ser?

Sortearemos un libro de divulgación entre los participantes.

Y ahora sí. ¿Qué dice de cada persona la forma de comer un frosting cupcake (y también un pincho de tortilla)?

Según el referido estudio, empezar por la suntuosa corona, esto es, la mejor parte, se asocia a ser extrovertido, impulsivo y apasionado. A vivir al día y a tope –carpe diem- y no ser dado a planificar mucho las cosas.

Dejarla para el final es propio de individuos disciplinados, constantes, laboriosos y organizados.

Resultados que aplicados a nuestro pincho tortillero experimental implican que empezar por la punta –lo más jugoso, lo mejor- señala una personalidad extrovertida, impulsiva y apasionada.

Empezar por el borde e ir avanzando hacia el centro para dejar lo mejor para el final apunta a una persona disciplinada, constante, trabajadora y organizada.

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