Tercer Milenio

En colaboración con ITA

Astronautas de lata

Un Cansat es la simulación de un satélite dentro de una lata de refresco. Despega el concurso Cansat, que celebrará su final nacional en Zaragoza el próximo mes de abril.

Lanzamiento desde las inmediaciones de Etopia
Lanzamiento desde las inmediaciones de Etopia

Lo del pasado sábado 25 de febrero fue un simple test: subir el globo a casi 100 metros y lanzar unas latas en paracaídas. Aquí podría terminar este artículo.

Quizá debería explicar que hay un motivo detrás. La ESA (Agencia Espacial Europea) pretende que chavales de entre 14 y 18 años se acerquen al mundo de la astronáutica. Para ello organiza anualmente un concurso para que los participantes creen un satélite que, durante su descenso, tome una serie de datos y los envíe mediante radio a tierra.

Podríamos entrar en que estos satélites se llaman Cansats, y que están basados en arduino, y que llevan radio a 433MHZ, y que el sensor de temperatura y presión usa protocolo I2C. Podría entrar en todo eso, pero no lo haré, no es lo que vi este sábado.

Sí que vi a los profesores de los 12 institutos seleccionados para participar en el concurso, 12 'team leaders' -así los llama la ESA- de Toledo, Córdoba, Valencia, Zaragoza, Madrid, Barcelona, Guipúzcoa, Alicante, Las Palmas, Navarra y Cádiz, que se pagaron el viaje de su bolsillo para conocerse entre ellos y conocernos a nosotros. Previamente al evento perdieron horas extraescolares junto con sus alumnos para tener listo su Cansat; soldando sus kits, haciendo pruebas con drones, construyendo paracaídas, etc. sin que lo ponga en ningún convenio.

Vi tambien cómo el trabajo altruista de los anfitriones -Ernesto, Pablo, Carlos, Juan, Guillermo, Nacho, Joel, Carlos-II, Kike, Fran, Javi, Jesús y Fermín- permitió que la jornada se celebrase con éxito. Les he visto, durante estos últimos meses, programando en Python, soldando, cortando con láser, crimpando cadenas, yendo a la radio y hasta respirando helio.

Gracias a ellos el globo alcanzó la altura deseada, para que, una vez arriba, se lanzasen los Cansats en el momento justo -a pesar del cierzo reinante-. Gracias a ellos, los 12 profesores y el resto de asistentes pudieron disfrutar de una jornada diferente, de un espectáculo inusual en el cielo zaragozano.

¿Qué nos queda? Todo. Esto no ha hecho nada más que empezar. El 21, 22 y 23 de abril veremos a 70 chavales de toda España aquí, en Zaragoza, en la final nacional del concurso Cansat. Nos demostrarán de lo que son capaces. Tienen menos de dos meses para poner toda su pasión, sentimientos y conocimientos en un amasijo de circuitos y cables del tamaño de una lata de refrescos. En esa ocasión subiremos el Cansat a mas de 300 metros. Una vez lanzado, deberá sobrevivir al descenso mediante un paracaídas y realizar la toma de datos planeada. El equipo ganador nos representará en la fase europea que tendrá lugar a principios de julio. Eso, desde luego, ya no será un simple test.

Francisco Sanz García Instituto de Biocomputación Físca de los Sistemas Complejos (Universidad de Zaragoza)

Esta sección se realiza en colaboración con el Observatorio de la Ciencia Ciudadana en España, coordinado por la Fundación Ibercivis

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