Tercer Milenio

En colaboración con ITA

Esta molécula es una incómoda defensora

Los molestos síntomas de la alergia acechan ya a los afectados. Detrás de la explosión de estornudos y picores hay una moleculica muy pequeña que actúa cuando nuestro cuerpo se defiende contra los peligros externos. Esta es su historia, llena de pistas para descubrir su identidad.

Una molécula muy pequeña actúa cuando nuestro cuerpo se defiende contra los peligros externos
Una molécula muy pequeña actúa cuando nuestro cuerpo se defiende contra los peligros externos

¡Culpable!

Estamos a finales de febrero y seguro que muchos de vosotros presentáis el mismo cuadro: picor de ojos, congestión nasal y moqueo, estornudos… ¡Ay!, me temo que yo soy la moleculica causante de esos molestos síntomas alérgicos. Pero no estoy en vuestros cuerpos para haceros la pascua, qué va. Eso son solo daños colaterales de mi auténtica misión: la guerra contra los ataques exteriores.

Pequeña pero importante

Soy una molécula pequeñica, sí, pero con un importante papel en vuestros organismos. Intervengo en más de veinte funciones fisiológicas, nada menos.

Una cosa que hago muy bien es dilatar los vasos sanguíneos, lo cual ayuda a bajar la presión arterial. Si la tubería es más gorda, el agua sale con menos fuerza, ¿verdad? También aumento la permeabilidad de estos vasos, favoreciendo que los fluidos salgan a los tejidos más fácilmente.

Y no tengo nada que envidiar a ciertas pastillitas azules. Como dilato muy bien las venas y arterias, soy un hacha facilitando la erección en los hombres con disfunción. Si me inyectan en el cuerpo cavernoso del pene, facilito la circulación de la sangre y la acumulación de líquido, con éxito en tres de cada cuatro ocasiones. No está mal, ¿verdad, caballeros?

Pero no solo soy importante ahí abajo. También soy un neurotransmisor. Os mantengo despiertos y alerta, evitando que os durmáis. Así no tenéis que atiborraros a cafeína.

¿De dónde salen esos incómodos síntomas alérgicos?

En realidad, se deben a un malentendido. Vuestro organismo sabe defenderse muy bien contra peligros externos. Al detectar algo extraño, la maquinaria de guerra del sistema inmunitario se pone en marcha. Podría tratarse de una peligrosa bacteria o virus; no hay tiempo que perder. Hay que avisar a los mastocitos, células que defienden la piel, pulmones, nariz, boca, intestinos y sangre. El sistema inmune lanza un mensaje: "¡Liberad al Kraken!". Y, en fin, el Kraken soy yo (aunque no me gusta nada ese nombre). Total, que me liberan, y yo a lo mío: hago que la sangre fluya más fácilmente. Así, el resto del ejército inmunitario puede llegar y acumularse en la ‘zona cero’. Como aumento la permeabilidad de los vasos, facilito que los leucocitos salgan a pelear. Toda esta actividad causa inflamación y enrojecimiento de la zona: es el fragor de la batalla.

¿Y qué os pasa con las dichosas alergias?

El organismo confunde un agente externo inofensivo, como puede ser el polen o el pelo de un animal, con un potencial peligro, desencadenando todo el protocolo de guerra. Es como mandar a la Sexta Flota a interceptar un pesquero. Ahí tenéis la inflamación de las mucosas, el enrojecimiento y picor de ojos y todos los demás síntomas que padecéis cuando se acerca la primavera. Pero esto no es todo. En la esclerosis múltiple, el sistema inmunitario ataca por error las vainas de mielina de las células nerviosas. Se ha demostrado que puedo ayudar a evitar este ataque, actuando sobre los linfocitos T, por lo que podría ser una moleculica importante en el tratamiento de esta terrible enfermedad. ¿A que ahora que me conocéis mejor me perdonáis esos picorcillos de nada?

¿Sabes qué molécula soy?
Manda tu respuesta y tus datos a milenio@heraldo.es con el asunto Adopta tu molécula. Sortearemos un premio entre los acertantes. Fecha límite: 17 de marzo.

¿Quieres adoptarme?
Para ser una buena madre o un buen padre, tendrás que averiguar sus propiedades, usos y la opinión que la gente tiene de ella. No te preocupes si te parece difícil y una gran responsabilidad; desde el blog ‘Moléculas a reacción’, te ayudaremos y guiaremos en tu adopción.

Fernando Gomollón Bel Químico y divulgador científico y José Ignacio García Laureiro Instituto de Síntesis Química y Catálisis Homogénea

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