Cinco grandes diferencias entre Michelle y Melania

La actual 'first lady' lo va a tener muy complicado para lograr igualar los niveles de carisma y popularidad de la ya añorada Michelle

Las dos familias posan para la posteridad. El rictus forzado de Melania contrasta con el resto.
Las dos familias posan para la posteridad. El rictus forzado de Melania contrasta con el resto.

Que Michelle Obama y Melania Trump solo tienen en común la 'M' con la que arranca su nombre es algo que no le ha pasado desapercibido a nadie y no solo por su tendencia política, una es demócrata y la otra republicana, sino por otras muchas cuestiones, que van desde su formación , a su estilo, pasando por su carisma, o por el papel que han jugado dentro de su matrimonio.


Cinco diferencias que desglosamos, una a una.

1.- Formación

Michelle Obama estudió en  la reconocida Universidad de Princenton, en New Jersey, Sociología y Estudios Afroamericanos. Luego completó su formación en Harvard con una licenciatura en Derecho. Y fue cuando ejercía como abogada en un estudio jurídico, en su ciudad natal de Chicago, cuando conoció a Barack. Poco a poco, y con mucho esfuerzo, consiguió situarse dentro del competitivo y exigente ranking de las diez mejores abogadas de Estados Unidos.

Melania Trump comenzó su carrera como modelo cuando tenía 16 años y aunque su biografía oficial asegura que inició estudios de arquitectura en su país natal, Eslovenia, lo cierto es que, al parecer, no pasó de primero. Como compensación, en su curriculum dicen que hizo varios trabajos de caridad. 

2.- Carisma:

Michelle Obama arrasa como un huracán en cualquier sitio al que llegue. Durante los años que su esposo ha estado en el poder, siempre se la ha visto al lado de él, nunca detrás o delante, saltándose incluso el protocolo en visitas tan especiales como la que hizo a la reina de Inglaterra, a la que dió dos sonoros besos como saludo. Extremadamente carismática, Michelle tiene un 79% de opiniones favorables, según un sondeo de Gallup, lo que la ha convertido en un personaje mucho más popular incluso que su marido.


Melania es una mujer tímida o al menos eso aseguran sus colaboradores, tratando de justificar el rictus triste y medio asustado que tuvo en la toma de posesión de su marido, cuando éste se volvió a comentarle algo y ella reaccionó de una manera un tanto extraña. Algo similar a cuando la pareja llegó a su futuro hogar y Donald no solo se olvido de abrirle la puerta del coche, sino que subió las escaleras de la vivienda sin reparar en sí Melania le seguía o no. Los Obama salieron al paso reconfortando a la nueva primera dama, que llevó un detalle a Michelle que no pasó desapercibido para nadie. En el mismo sondeo de Gallup, cuenta con un 28% de opiniones favorables frente al 32% de desfavorables, las peores cifras para una futura primera dama desde los años 1980, según la misma firma.

3.- Estilo:

Michelle Obama ha dado lecciones de estilo en cada una de sus apariciones públicas con diseños de  los mejores y también de los más desconocidos diseñadores. No le ha importado repetir 'outfits', apostar a piezas low cost o decantarse por moda sostenible. Firmas como Gucci, Versace, Jason Wu, Naeem Khan fueron algunos de los creadores que eligió la primera dama de los EEUU.


Hasta el nombramiento de su marido como presidente de los Estados Unidos, Melania ha tenido que escuchar muchas respuestas negativas a su petición de vestirla para una ocasión tan especial. Ella, que se ha caracterizado hasta la fecha por sus escotes y aberturas laterales, tenía que cambiar de registro y no encontraba quién iba a aceptar el reto. Finalmente, Ralph Lauren se encargó de hacerla brillar con una pieza azul celeste, que parecía un claro homenaje a Jacqueline Kennedy. En su primer baile presidencial, la esposa del nuevo presidente estadounidense lució un vestido blanco de Hervé Pierre, ex-diseñador de Carolina Herrera, en el que puso su granito de arena.

4.- Matrimonio:

Los Obama se conocieron trabajando como abogados en Chicago. Michelle fue tutora de Barack, aunque era tres años más joven que él, y se enamoraron. Se casaron en 1992 y seis años después nació su primogénita, Malia. Y visto lo visto estos años, han vivido felices y comido perdices.


Por su parte, Melania es la tercera esposa de Donald Trump, a quien conoció en una fiesta durante la Semana de la Moda de Nueva York, en 1998. En su afán de notoriedad, formalizaron su relación durante el popular reality show protagonizado por el magnate, “El aprendiz”, y se casaron en 2005. Son padres de Barron.

5.- Hijos:

Melania presume de que su hijo Barron tiene tanta personalidad que en varias ocasiones ha despedido a sus niñeras y cuidadoras. Las lenguas más viperinas aseguran que no se va nunca a la cama sin untarse en loción de caviar.


Malia y Sasha Obama, tenían diez y siete años cuando llegaron a la Casa Blanca y en este tiempo han participado en muchas de las políticas puestas en marcha por su madre, en favor de la vida sana y la escolarización infantil.


Dos damas muy diferentes, aunque Melania, ha intentado, por activa y por pasiva, parecerse a su 'colega' y no encontró mejor manera de hacerlo que plagiando parte de uno de los discursos más emotivos, el que pronunció , en septiembre de 2008, en la Convención Demócrata de Denver en la que fue nominado su esposo como candidato a la presidencia de EE. UU. por ese partido.




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