Tercer Milenio

En colaboración con ITA

El orden de una ciudad futurista

Buscan impactar, sorprender, transmitir armonía y belleza y, también, hablar de ciencia sin despegar los labios. La potencia comunicativa de la imagen se premia cada año en el certamen Fotciencia, una iniciativa de la Fundación Española para la Ciencia y la Tecnología y el Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), con la colaboración de la Fundación Jesús Serra, que suma ya catorce ediciones. Estas son las imágenes seleccionadas en la modalidad Micro.

'Ciudad Futurista', obra premiada en el certamen Fotciencia
Ciudad Futurista, obra premiada en el certamen Fotciencia
Luz Carime Gil Herrera, Carlos Roldán y Nilo Cornejo

Para fabricar un cristal fotónico es indispensable un orden tan perfecto como el de esta ‘Ciudad Futurista’. En ello investiga Luz Carime Gil Herrera, química del Instituto de Ciencia de Materiales de Madrid (CSIC). La imagen premiada por Fotciencia en la modalidad Micro esconde una gran complejidad, lograda paso a paso: "Elaborar esferas carbonosas de igual tamaño, ensamblarlas en una estructura definida, recubrirlas con silicio y, finalmente, hacer un corte preciso que desvele su interior". Todo se realizó en el marco de su tesis, que emplea "esferas carbonosas como plantilla para generar una estructura inversa de silicio capaz de modular la propagación de la luz". De alguna forma, comenta la autora, "investigar en materiales fotónicos es una forma de ir hacia esa ciudad ideal: autosostenible –cada unidad genera electricidad cuando la luz atraviesa el silicio, mientras en las terrazas se capta agua– y más responsable en el uso de los recursos naturales".


Su objetivo es "obtener un material fotónico con el que se pueda controlar las propiedades de la luz". Para esto, han apostado por "el uso de materiales carbonosos, que gracias a sus propiedades fisicoquímicas tienen un menor impacto medioambiental tanto por su proceso de obtención como por su eliminación. En nuestro caso, el material carbonoso se utiliza como un esqueleto para obtener la estructura inversa del silicio después de la remoción del carbón. El orden, al igual que la naturaleza de sus materiales, es un factor fundamental en la elaboración de estos sistemas, por lo tanto, se requiere un minucioso anclaje entre esferas".


Nilo Cornejo es responsable técnico del microscópio electrónico de barrido del Instituto de Cerámica y Vidrio (CSIC) donde se tomó la imagen, que fue coloreada por Carlos Roldán Hernández (ICMM).

La fuerza de la mirada
Los orfebres medievales logran transmitir toda la fuerza de la mirada en milímetros. Tallado sobre un medallón de plata dorada y esmaltada de una cruz procesional del siglo XIV de la catedral de Gerona, en este rostro de Santiago "la distancia entre los ojos apenas llega a 1 mm". José Vicente Navarro Gascón, geólogo que trabaja en el Laboratorio de Análisis de Materiales del Instituto del Patrimonio Cultural de España, fue premiado en la modalidad Micro de Fotciencia por esta ‘Mirada’. La imagen de contraste fue obtenida en un microscopio electrónico de barrido con la señal de electrones retrodispersados, que revelan la estructura del dorado sobre plata, ejecutada mediante la técnica de dorado al fuego. Así, vemos los mapas de distribución de elementos realizados a partir de las líneas espectrales del silicio, plata, oro y mercurio. El esmalte de la medalla, representado por el silicio, está dañado, perdido y parcialmente oculto, pero el soporte de plata queda al descubierto en las zonas doradas más erosionadas.



"La principal complejidad de la adquisición de la fotografía deriva de la propia manipulación de los Bienes de Interés Cultural –explica–, donde la extracción de muestras está muy restringida y donde no podemos dejar huellas de nuestros análisis. Por eso solemos recurrir a la microscopía electrónica de barrido bajo condiciones de presión variable (VP-SEM)". Este método de trabajo permite "tanto la adquisición de imágenes como la realización de microanalisis sin ningún tipo de interacción con los objetos estudiados". En este caso, con el fin de hacer el objeto reconocible, "se trabajó con muy baja magníficación, desaprovechando la potencia de este tipo de instrumentos, preparados para trabajar con decenas de miles de aumentos".


Navarro es geólogo de profesión y, aunque ha trabajado en ámbitos tan variados como la exploración de hidrocarburos, ingeniería civil o proyectos de infraestructuras geológico-mineras, desde hace casi 25 años trabaja en el Laboratorio de Análisis de Materiales del Instituto del Patrimonio Cultural de España, organismo dependiente de la Subdirección General de Bellas Artes y Patrimonio Cultural del Ministerio de Educación, Cultura y Deportes. Allí, su trabajo se centra en el análisis de materiales en relación con los proyectos de intervención de dicho centro.


Uno de esos trabajos protagoniza la imagen seleccionada. "Durante el 2015 estuvimos trabajando en la restauración del baldaquino y altar mayor de la catedral de Gerona, posiblemente una de las obras cumbres de la orfebrería medieval de este país, así como en dos cruces procesionales de plata dorada y esmaltada, del siglo XIV". Las cruces estaban adornadas con medallones esmaltados, la fotografía se tomó en el transcurso del estudio de uno de ellos, con una figura que representa a Santiago. El objetivo de los análisis era "identificar la composición de los esmaltes, su estado de alteración y la técnica de dorado utilizada en su ejecución".

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