El heavy es moda... y enfada a los rockeros

Es la guerra. Las camisetas de grupos inundan las tiendas convertidas en tendencia, para desesperación, y cabreo, de los heavies de corazón.

Iron Maiden, icono del heavy, y ahora en camisetas de las grandes cadenas.
Iron Maiden, icono del heavy, y ahora en camisetas de las grandes cadenas.

Les confesaré una cosa. Tuve un novio que adoraba la música heavy, cuyo guardarropa estaba formado por vaqueros, una chupa de cuero y decenas de camisetas de grupos de rock. Me costó mucho convencerle de que aquello era un horror y de que tenía que abrir su armario a otro tipo de ropa.


Quizá por eso, descubrir que las tiendas de las grandes cadenas están llenas de chupas -perdón, que ahora se llaman perfectos- y camisetas de Metallica, Iron Maiden y AC/DC me produce una extraña mezcla de risa y ternura.


Ya se sabe que todo vuelve, pero lo de esta temporada con el heavy metal ha sido un éxito completo y no hay 'egoblogger' ni famosa que no haya posado con una de estas prendas.


Es una cuestión de modas y de gusto, pero las redes sociales son capaces de magnificar la menudencia más impensable y este asunto ha desatado una auténtica guerra en Twitter. La cuestión es decidir si se pueden lucir camisetas de grupos sin ni siquiera saber muy bien qué música hacen.


Los más puristas creen que esta moda es una aberración y que pervierte el espíritu de esas bandas que significan tanto para ellos.



Postureo, hipocresía, falta de coherencia... todo eso y más tienen que oírse los compradores de camisetas que valoran la estética de la prenda, pero no la música que representa.



La mayoría de los tuits destilan humor, pero dejan entrever cierta amargura porque se ha 'violado' la gloriosa memoria del rock...


Y luego están, claro, los compradores de camisetas, que han contraatacado y han defendido su derecho a vestir como les venga en gana.

Hay quien responde con ironía...


Quien opta por el humor...


Y hasta de quien sí conoce la música de esos grupos y la odia, pero no puede resistirse a la nueva moda.


Al final, entre unos y otros, lo que han conseguido es que no se hable de otra cosa. Y por muy mal que les parezca a los más heavies del lugar, todo apunta a que este otoño-invierno la invasión de camisetas rockeras va a ser una auténtica plaga. Bueno, a lo mejor así nos cansamos enseguida de ellas y vuelven a ser patrimonio exclusivos de los rockeros 'de verdad'. Larga vida al rock... y a las redes sociales. 

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