El consumo moderado de bebidas fermentadas podría tener un efecto protector en la salud cardiovascular

Así lo ha expresado la doctora Gemma Vilahur en el marco del Foro de Gastronomía y Salud Aragón 2016, celebrado en Zaragoza.

Otra  cerveza es posible
Otra cerveza es posible

El consumo moderado y regular de bebidas fermentadas, entre ellas la cerveza, en las comidas principales, podría ejercer un efecto protector en la aparición y progresión de distintos factores de riesgo cardiovascular, especialmente en la población con riesgo cardiovascular moderado-alto.


Así lo ha expresado la doctora Gemma Vilahur, investigadora del Instituto Catalán de Ciencias Cardiovasculares (ICCC) de Barcelona, que este miércoles imparte la ponencia 'Efectos del consumo moderado de cerveza en la salud cardiovascular', en el marco del Foro de Gastronomía y Salud Aragón 2016, en Zaragoza.


La investigadora ha explicado que, en un estudio elaborado junto a la profesora doctora Lina Badimon, directora del Centro de Investigación Cardiovascular ICCC-CSICi, han observado en un modelo experimental que la ingesta de cerveza confería protección cardíaca y favorecía el proceso de remodelado cardíaco tras sufrir un infarto de miocardio.


Los datos de la investigación arrojan que el consumo moderado de cerveza, tanto tradicional como sin alcohol, favorece los procesos de reparación del corazón dañado gracias a los nutrientes que contiene derivados de sus ingredientes naturales (agua, cebada malteada y lúpulo), entre los que destacan las vitaminas del grupo B (especialmente el ácido fólico), la fibra, los minerales (silicio, potasio, magnesio y poco sodio), así como el xanthohumol, uno de los polifenoles (antioxidantes naturales) más característicos de la cerveza, que se relaciona con efectos protectores en la salud cardiovascular.


Entre los efectos protectores del consumo moderado de cerveza y otras bebidas fermentadas destacan la mejora en los niveles HDL (colesterol bueno), disminución de la agregación plaquetaria, aumento de la disolución del coágulo, reducción de los marcadores de inflamación, mejora de la función endotelial e incremento de la capacidad antioxidante. Todos estos efectos protegen contra el desarrollo de la aterosclerosis, enfermedad que subyace en la mayoría de los eventos cardiovasculares.


Existen otras investigaciones que ratifican los hallazgos que expone la doctora Vilahur, como el estudio 'Bases científicas de los efectos beneficiosos del consumo moderado de cerveza en el sistema cardiovascular' dirigido por el doctor Ramón Estruch, consultor senior del Hospital Clínic de Barcelona y que ha sido publicado en las revistas de referencia internacional Atherosclerosis y Nutrition Metabolism and Cardiovascular Disease.


El doctor Estruch y su grupo de investigación observaron a un colectivo de pacientes con elevado riesgo cardiovascular de entre 55 y 80 años de edad, a los que se les suministró durante 28 días una bebida destilada sin polifenoles, cerveza tradicional y cerveza sin alcohol, respectivamente, sin sobrepasar el consumo moderado.


Así, se observó que los marcadores inflamatorios y la estabilidad de la placa de ateroma (cúmulo de grasa en la pared de la arteria) relacionados con la enfermedad cardiovascular se vieron reducidos tras la ingesta moderada de cerveza.


Esto les permitió concluir que, la cerveza, tanto en su variedad tradicional como sin alcohol y tomada moderadamente durante las principales comidas, protege el sistema cardiovascular en mayor medida que otras bebidas con contenido alcohólico, debido a los polifenoles que contiene. Por otra parte, el peso, el índice de masa corporal o la relación cintura-cadera no se vieron alterados tras la ingesta moderada de cerveza.


Numerosas investigaciones han respaldado el papel de los hábitos alimentarios en el desarrollo de las enfermedades cardiovasculares, que continúan siendo la principal causa de muerte en España. Así, se ha observado que una dieta rica en frutas y verduras y baja en grasas saturadas tiene efectos positivos sobre la presión arterial, el perfil lipídico y las funciones endotelial y plaquetaria.


Además, existe literatura científica que relaciona el consumo moderado de alcohol con un efecto protector a nivel cardiovascular e incluso sobre la mortalidad cardiovascular. En este sentido, aunque el consumo moderado de alcohol en general se relacione con efectos positivos a nivel cardiovascular, no todas las bebidas tienen la misma composición, ni por tanto, el mismo efecto.


Así, las bebidas fermentadas poseen, además de alcohol y agua, componentes bioactivos, vitaminas y minerales, que les aportan una serie de beneficios adicionales en la salud cardiovascular.

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