El Rastrillo Aragón abre sus puertas cargado de ilusión

La sala de Multiusos abre sus puertas al solidario Rastrillo de Aragón hasta el 6 de noviembre. Alrededor de 900 voluntarios y voluntarias hacen que sea posible este proyecto de la Fundación Federico Ozanam.

Primer día del Rastrillo Ozanam.
Primer día del Rastrillo Ozanam.
Toni Galán

Una hora antes de que el Rastrillo Aragón de la fundación Federico Ozanam abriese sus puertas, decenas de personas esperaban ayer en el exterior de la sala de Multiusos. Tras la apertura, los expositores de ropa deportiva y de música centraron la atención de los madrugadores. En este último, los vinilos no dejaron de pasar de mano en mano hasta dar con la pieza deseada.


Muy cerca, Isabel Mindán atendía a los primeros visitantes que se acercaron al rincón del arte, donde dos obras de la monja Isabel Guerra presiden el espacio. “Siempre colabora con el Rastrillo –comentó–, pero cada vez son más los artistas aragoneses que lo hacen como Pepe Cerdá, Inmaculada Armisén, Jorge de los Ríos o el acuarelista Javier García-Valiño”.


Otras voluntarias, como Isabel Fernández y Consuelo Royo, ponían a punto la ropa de hogar mientras personalizaban los primeros encargos en la máquina de coser. “Hay mucha gente que compra toallas, albornoces o baberos y quiere poner sus iniciales o las de otra personas, así que lo hacemos en un momento”, explicaron.


Ellas no representan más que una pequeña muestra de los casi 900 voluntarios y voluntarias que todos los años hacen realidad este proyecto. A la puesta de largo también asistió Ana María Cortés, una de las más veteranas y, por supuesto, Pilar Ríos, patrona delegada del Rastrillo Aragón.


Durante la inauguración, Fernando Galdámez, presidente de la fundación Federico Ozanam, recordó algunos datos: “Hoy, la fundación tiene 625 plazas de residencia, 2.500 de centros de día, acoge y ofrece refuerzo escolar a 450 niños y atienda a 63 mujeres maltratadas y a jóvenes que necesitan protección”. “Pero no podemos dormirnos en los laureles –prosiguió– porque la solidaridad siempre debe mirar hacia adelante y nunca hacia atrás”.


Además, recordó que en esta edición uno de los principales objetivos es el proyecto ´Abriendo puertas`, que buscar formar a parados de larga duración para ayudarles a encontrar un empleo. Sus palabras las asumió plenamente el secretario general técnico de Ciudadanía, José Antonio Jiménez, quien hizo hincapié en “la necesidad de evitar la fractura que supone la exclusión social”.


El delegado del Gobierno Gustavo Alcalde habló de “la madurez” del Rastrillo Aragón, que en esta edición cumple 30 años, mientras el vicario general de Zaragoza, Manuel Almor, cumplió con la tradición de bendecirlo. Sus puertas permanecerán abiertas hasta el 6 de noviembre en horario de 11.00 a 21.00.

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