Expertos advierten de que "los perros no se suicidan"

La Fiscalía General de Medio Ambiente ha remitido un escrito a la Policía Municipal de Madrid para que investigue "varios atentados de perros".

Expertos advierten de que "los perros no se suicidan"
Expertos advierten de que "los perros no se suicidan"

Los perros no se suicidan porque este acto "presupone voluntad de llegar a la muerte por parte del individuo que lo ejecuta y un animal no la tiene, sólo posee instintos", han asegurado varios expertos en comportamiento animal.


Un escrito remitido por la Fiscalía General de Medio Ambiente a la Policía Municipal de Madrid el pasado 9 de septiembre requiere que "profundice la investigación "en varios atestados de perros muertos" que podrían ser calificados como de 'suicidios caninos'".


Según el texto, estos supuestos "anteriormente no tenían lugar o, si ocurrían, eran casos bastante aislados", aunque "últimamente" se han sucedido con una "frecuencia llamativa" en distritos periféricos de Madrid. Se trata de al menos tres casos de perros que se precipitaron al vacío desde balcones de pisos altos y otro en el que el can se asfixió con una bolsa de plástico.


Sin embargo, Alberto Díez, portavoz de la Asociación Nacional para la Defensa de los Animales (ANDA), ha asegurado que la palabra suicidio "lleva a pensar en un contexto determinado, un paralelismo con la actitud humana" cuando en realidad "un perro no tiene capacidad de decisión sobre su futuro" y en consecuencia no puede planteárselo.

Sí podría llegar a saltar desde un balcón "como reacción a una situación extrema por hambre, sed o calor..., pero incluso entonces, sin conciencia de que eso le provoque la muerte; al contrario, es un acto de supervivencia, buscando huir de una amenaza".


Enrique Solís, presidente de la Asociación LealCan de Integración Canina, también ha explicado a Efe que "ningún perro se suicida" e incluso "es raro que salte desde una terraza", pues eso sucede cuando el animal sufre un "elevado" nivel de ansiedad o estrés, ve al dueño y brinca para reunirse con él.


Sin embargo, "los perros perciben la altura y tienen miedo a hacer esto, a no ser que sea un piso bajo". Respecto al caso de asfixia "no tiene sentido", pues, aunque se conocen casos en los que la cabeza queda presa porque el perro la introduce en un sitio estrecho, "es muy difícil que meta la cabeza en una bolsa y luego se haga el vacío y no pueda sacarla".


Algunos expertos afirman que la mascotas pueden deprimirse igual que los humanos por estados "de conflicto emocional y de ansiedad, cuando las posibilidades de reaccionar frente a un conflicto no tienen eficacia", según cuenta Miguel Ibáñez.


Este profesor de la Facultad de Veterinaria y director del centro de Medicina de Comportamiento Animal de la Universidad Complutense de Madrid subraya que la relación social es "una de las grandes necesidades" del perro, que ante una depresión puede reaccionar con tristeza, apatía, menor actividad y apetito y alteración del sueño.


Pero las relaciones incontroladas que "tienen que ver con la agresividad o la destructividad" como el propio suicidio son "incompatibles con la depresión".


Díez cree que "en el fondo es un problema de alarma: no se investigó suficiente los primeros casos y ahora ha llamado la atención", por lo que pide un estudio profundo de lo ocurrido. La propia Fiscalía advierte en su escrito sobre la posibilidad de que se trate de un "nuevo modus operandi" para ocultar malos tratos bajo aparentes suicidios.

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