Cinco científicos se encuentran 'secuestrados' desde agosto en una estación meteorológica de la isla de Troynoy, en Siberia, pero sus 'captores' no piden dinero ni esperan una recompensa por su liberación. Son diez osos polares y varios oseznos, y simplemente han decidido instalarse junto a esta cabaña, convirtiendo involuntariamente a sus 'vecinos' humanos en rehenes, que no pueden salir del recinto por miedo a ser atacados.

Los científicos tuvieron constancia de esta situación cuando uno de los perros que convive con ellos y les acompaña en las expediciones fue atacado por uno de los osos polares. Desde entonces, el problema se ha agravado e incluso una de las osas ha convertido en su 'habitación' la parte inferior de una de las ventanas, lo que les impide cualquier vía de escape, así como realizar cualquier trabajo que implique salir al exterior. 

En una información publicada por la agencia de noticias rusa 'Tass' y recogida por el diario británico 'The Guardian', se indica que la ayuda no llegará antes de un mes, algo que puede parecer sorprendente, pero que, sin embargo, resulta relativamente habitual en este entorno de trabajo, ya que es frecuente que se produzcan estas situaciones en entornos en los que habitan animales salvajes.

¿La solución? Enviar perros de protección y lanzar bengalas para ahuyentar a los osos polares, ha indicado Vassiliy Shevchenko, uno de los encargados del control de la red de la estación meteorológica. Pero mientras estos peludos 'vecinos' no decidan cambiar de residencia, se aconseja a los científicos tener "mucho cuidado" y no salir del edificio.